11/15/2007

Esperanza indestructible

Bosquejo de la Lección para la Escuela sabática comentada por: M.C. Delfino Jarquín López, delfino_comessab@hotmail.com (http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com/) Iglesia Central, Matías Romero Avendaño, Oaxaca, México (http://www.adventistas.com.mx/); (http://www.egrupos.net/grupo/escuelasabatica); Lecciones anteriores >>(http://www.pmministries.com/CEES/2007/ES3/Index.html); http://www.pmministries.com/)

Lección 7: Esperanza indestructible

Para el 17 de noviembre de 2007

Lee Para el Estudio de esta Semana: Job 38-41; Isaías 41:8-14; Jeremías 19:1-10; Habacuc 1:1-4; Hebreos 12:1-13.

Para Memorizar: “Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Rom. 5:5).

INTRODUCCIÓN

Pensamiento clave: ¿De qué modo nuestra comprensión del carácter de Dios nos ayuda a mantener la esperanza cuando estamos en un crisol?

A mediados del mes de agosto de 2006, tres pescadores mexicanos cuyos nombres responden: Jesús Vidaña, Salvador Ordónez y Lucio Rendón; fueron rescatados por un buque pesquero taiwanés cerca de Australia, estuvieron nueve meses y nueve días a la deriva comiendo pescado, patos y gaviotas crudas, relataban los corresponsales de la televisión mexicana. Pasaban el tiempo leyendo una Biblia que portaba uno de ellos y rezando, y que se saciaban la sed con agua de lluvia. Hubo ocasiones, contó, en que pasaron 15 días sin comer.
“Nunca perdimos la esperanza, porque siempre miramos barcos, no nos rescataba pero siempre miramos barcos”, eran las palabras de Jesús Vidaña.

¿Hay esperanza en alguna parte? ¿Cómo podemos esperar algo que no vemos? ¿Por qué existen tantas personas que profesaban la vida cristiana y que ahora simplemente le han dado la espalda a Dios? ¿De qué manera podemos encontrar un equilibrio entre una expectativa llena de fe y las respuestas de Dios a nuestras necesidades? ¿Por qué debemos ser pacientes y tal vez hasta resignados, cuando nuestras oraciones y peticiones no tienen respuestas inmediatas en los momentos emergentes y circunstancias difíciles? ¿Para qué sirve tener esperanza? ¿Qué papel juega la esperanza en tu vida? ¿Cuál es la función de la esperanza en el diario vivir de los creyentes? ¿Cuáles son los crisoles mas frecuentes que hemos enfrentado? ¿Por qué? ¿Qué promesas de la Biblia te inyectan ánimo y esperanza? ¿Qué tan real han sido la esperanza en tu vida? ¿Por qué la esperanza es un ingrediente necesario de la fe cristiana?

La fe en Dios ofrece esperanza. Dios ofrece espe­ranza en su Palabra, podemos encontrar centenares de promesas. Tal vez, será suficiente con men­cionar un versículo: "Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza" (Romanos 15:4).

· ¿Cuál es el mensaje central de esta lección?
· ¿Cuáles son los puntos más relevantes que aborda la lección de esta semana?
· ¿Cómo aplicarías este mensaje en tu vida?

Como maestro de la Escuela Sabática, el sábado enseñaré…

· Saber que puede parecer que Dios no responde de inmediato, aun a las necesidades y los deseos legítimos.
· Sentir que Dios nunca nos abandona y que tiene un plan para nosotros en todas las circunstancias.
· Hacer la decisión de mirar a Dios como nuestra esperanza, en vez de mirar a otras personas, cosas o eventos.

CICLO DE APRENDIZAJE EN TU CLASE

MOTIVACION: (Ilustración e introducción, tiempo: 5 minutos).
EXPLORACION: (Tema central de la lección, sólo tres preguntas, ajuste su tiempo: 15 minutos).
PRACTICA: (¿Qué aprendimos en esta lección y cómo podemos practicar lo?, tiempo: 5 minutos).
APLICA :( ¿Qué podemos hacer con lo que aprendimos?, tiempo: 5 minutos).

Actividades a realizar…
· Con anticipación, elabora tres preguntas para discutirlo con la célula o clase.
· Intercambien respuestas con los demás miembros de la célula o clase.
· Anoten las características más importantes que expusieron.
· Redacten un texto para practicarlo.
· Apliquen esas rasgos en la vida cotidiana

I. VIVIENDO CON ESPERANZA

· ¿Podrías escribir una lista de las <10 razones >por las que los cristianos deben tener esperanza?
· ¿Cuál es la función de la fe en el desarrollo de la esperanza?
· ¿La fe y la esperanza son directamente proporcionales? ¿Qué estorba o impide a que se desarrolle la esperanza?
· ¿Cómo podemos confiar en un futuro mejor, estando sumidos en problemas y aflicciones?
· ¿Cómo reaccionamos cuando somos disciplinados por el Señor?

1. Explica brevemente, ¿Qué significa la palabra esperanza?

Definición de la palabra esperanza para algunos hombres célebres.

“Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”.
“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente”. (Khalil Gibran)
“Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción”. (Samuel Jonson)
“Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”.
“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”
(Martin Luther King)
“La esperanza es el sueño del hombre despierto”.(Aristóteles)
“Al deseo, acompañado de la idea de satisfacerse, se le denomina esperanza; despojado de tal idea, desesperación”. (Thomas Hobbes)
“La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo”. (Maurice Maeterlinck)

Definición de la esperanza desde una perspectiva bíblica.


"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza" (Rom. 15:4).
Las palabras hebreas tiqwâh, miqweh, tôjeleth, Ñéber, majseh, kesel, mabbât, qiwwâh, Ñibbér, y en griego elpís, jupomone, hupóstasis, significan "confianza", "expectativa", "seguridad", "esperanza", "deseo expectante".
· En la Biblia estas actitudes se expresan frecuentemente como dirigidas hacia Dios y las cosas celestiales, y afirmadas en ellas. El salmista, al meditar sobre la incertidumbre y la vanidad de la vida, se dirigía a Dios como la base sólida de su esperanza (Sal. 39:7; 71:5; 146:5) y centraba su expectativa de salvación en Dios (Sal. 119:116).
· La venida de Jesús al mundo dio nuevo contenido y forma a la esperanza.
· El cristiano se salva en la "esperanza" (Rom. 8:24), esperanza que recibimos por gracia (2 Tes. 2:16).
· Fuera de Cristo no hay esperanza (Efe. 2:12,13), pero Cristo es para el creyente "la esperanza de gloria" (Col. 1:27).
· La justificación por la fe produce paz y gozo "en la esperanza de la gloria de Dios" (Rom. 5:1,2).
· Mediante el Espíritu el cristiano espera "por fe la esperanza de la justicia" (Gál. 5:5).
· La Segunda venida de Cristo es para él la bienaventurada esperanza (Tito 2:13). Se dice que la esperanza es una "segura y firme ancla del alma" (Heb. 6:17-19). Basada en el sólido fundamento de la fe cristiana, imparte valor, entusiasmo, optimismo y gozo.
· La esperanza es un antídoto para la desesperación, el desaliento y un ingrediente necesario para la fe cristiana. La esperanza es nuestro andamiaje en los tiempos difíciles, es el sostén en medio de los problemas y aflicciones. Es el alivio en medio del fuego de las pruebas, del dolor y la enfermedad. La esperanza es la seguridad de vivir en una patria celestial. La esperanza que está fundada en Dios, puede aguantar el dolor, la conmoción, el error y la confusión, por que esta asentada sobre los cimientos eternos. Pablo expreso: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Cor. 13.13).
· La esperanza, que es el deseo de algo y la expectativa de obtenerlo, será, por su misma naturaleza, una parte de la vida en el cielo, donde siempre habrá nuevas áreas para que los redimidos de Dios investiguen y nuevos motivos de deleite para que los disfruten (1 Cor. 2: 9; Ed 295-296). Los redimidos no podrán disfrutar en un solo momento de todos los tesoros del cielo, y mientras haya algo que se desee y se espere para el futuro, existirá la esperanza.
· La esperanza estimula a una actividad plena de propósito, particularmente para el avance del reino de Dios.


2. ¿Por qué razones nosotros los cristianos debemos de enfrentar el futuro con esperanza? (Habacuc 2:2,3; 3:16-19; Job 42:1-6; Isaías 8:8-14; Jeremías 29:1-14)

  • Enfrentamos el futuro siempre lleno de esperanza porque Nuestro Padre Dios es Soberano.


"Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuan­do suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas" (Habacuc 3:16).
Hay un proverbio africano que dice: "Cuando dos elefantes pe­lean, es la hierba la que queda pisoteada". Es seguro que en el crisol nos sentiremos como si estuviéramos siendo pisoteados, pero siem­pre lucharemos con los problemas si olvidamos ver el cuadro más grande de los elefantes peleando.

  • Enfrentamos el futuro siempre con esperanza, porque Nuestro Padre es muy grande.

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia (Job 38:4).


Después de los ami­gos de Job, que habían acaparado el escenario durante casi todo el li­bro, se escuchó la voz de Dios desde el cielo que puso a callar a to­dos: ¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría? (Job 28:2) Sin hacer ninguna pausa, Dios se vuelve a Job y le hace sesenta preguntas difíciles de contestar.


Dios le pregunta a Job si había estado presente el día que él creó la tierra, si podía controlar las constelaciones, u organizar la vida de los animales. Y las preguntas siguen, unas tras otras, sin pausas. Después de la pregunta número sesenta, Job replica:
Pero Dios no ha terminado todavía. Comienza de nuevo y le hace a Job veinticuatro preguntas más acerca de Behemot y de Leviatán.
Dios nunca contestó ninguna de las preguntas que hicieron los amigos de Job. Pero pintó un cuadro de su excelsa grandeza a través de las obras de su creación. Después de esto Job, ciertamente, no ne­cesitaba ninguna respuesta. "¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza" (Job 42:3-6).


La necesidad de explicaciones se había eclipsado por una abru­madora revelación de la grandeza de Dios. Esta historia revela una fascinante paradoja. La esperanza y áni­mo pueden surgir de la comprensión de que sabemos muy poco. Instintivamente tratamos de encontrar la esperanza sabiéndolo to­do, y nos desalentamos cuando no podemos hallar las respuestas que buscamos. Pero a veces Dios pone en evidencia nuestra ignoran­cia e incapacidad para conocer, para que comprendamos que no se encuentra la esperanza en "hallar respuestas" sino en un ser más grande que nosotros.

¿Cuan grande es su Dios? Creo que si vamos a captar una vis­lumbre de la inmensurable grandeza de Dios como Job, es posible que no se respondan nuestras preguntas, pero nosotros seremos lle­nos de un gozo inefable y glorificado.

  • Enfrentamos el futuro siempre con esperanza, porque Nuestro Padre Dios está presente.

“Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor” (Isaías 41:8-14).


Dios llamó a Abrahán de Ur para que fuera su representante y fundador de la nación de Israel. Cuatrocientos treinta años después de que Abrahán entrara en la tierra prometida (Exo. 12: 40-41; Gál. 3: 17), Israel fue llamado a salir de Egipto para entrar de nuevo en la tierra prometida; pero esta vez como un "reino de sacerdotes, y gente santa" (Exo. 19: 5-6).

Israel pertenecía a Dios por el derecho de elección divina, para que fuera su representante escogido en la tierra . No los había desechado a pesar de sus pecados, a pesar de que Asiria había esparcido a las tribus del norte y de que Judá pronto sería llevado al exilio por Nabucodonosor. Isaías hace resaltar esta idea vez tras vez (Isa. 42: 1; 43: 1, 10; 44: 8, 21; 45: 4; 55: 3-4; 65: 8-9, 22). El desánimo de Israel, insinuado en Isaías 40:1-2, se debía al temor de que Dios los hubiera abandonado (2 Rey. 19: 30; Isa. 37: 31; 40: 1-5, 9-11; Isa. 5: 1-7).

En tiempos de Isaías había muchos motivos visibles que causaban temor. El reino del norte, Israel, había sido eliminado por el poderío militar asirio, y parecía que Judá no podría subsistir mucho tiempo más. El pueblo necesitaba con urgencia un mensaje de consuelo y esperanza. Isaías procuró infundirles ánimo y alegría (Isa. 40: 1-2; 41: 13-14; 43: 5; 44: 2).
Dios le recuerda al pueblo de Israel que en sí mismo no tiene ni valor ni fuerza.


Sin Dios son una nación débil, desvalida e insignificante, sólo para ser despreciada y pisoteada (Job 25: 6; Sal. 22: 6). El Santo de Israel era el Redentor de su pueblo. Ellos se encontraban perdidos y, al parecer, sin esperanza, pero él se comprometía a hacer en favor de ellos lo que haría un pariente cercano (Lev. 25: 47-49; Rut 2: 20).

Isaías presenta con frecuencia a Dios como Redentor de su pueblo (Isa.35: 9 -10; 43: 1, 14; 44: 6, 22-24; 47: 4; 48: 17, 20; 49: 26; 52: 9; 54: 5). También Job Dios como su Redentor Job reconoció a Dios como su Redentor. (Job 19: 25).

En el Nuevo Testamento, Mateo registro las palabras de Jesús: "Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo 28:20).
La comprensión de que Dios siempre está presente trae paz. Dios está con nosotros ahora. Se ha llamado a sí mismo Emmanuel, enfatizando su promesa de no abandonarnos nunca, "hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20).

Oremos y acerquémonos a Dios con la realidad de que su presencia eclipse cualquier temor que tengamos en el futuro o que en este mismo momento estemos pasando y nos dé su esperanza.

  • Enfrentamos el futuro siempre con esperanza, porque Nuestro Padre está involu­crado con nosotros.

"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de voso­tros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de to­do vuestro corazón" (Jeremías 29:11-13).

Las palabras de Jeremías fueron escritas para los que vivían en el exilio. En los versos del principio del capítulo, Jeremías pone el fun­damento de esta seguridad: Por qué deberíamos tener confianza en Dios (Jer. 29:4-10).

Porque Dios mismo dice: "A todos los que he transportado de Jerusalén a Babilonia". Aunque el mal parecía rodearla, Judá nunca había dejado de es­tar en el centro de las manos de Dios.

"Y procurad la paz de la ciu­dad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; por­que en su paz tendréis vosotros paz".

"Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilo­nia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar".
Nosotros estamos en el exilio también. Pero el futuro todavía es brillante. Porque nosotros tenemos exactamente las mismas razones para no perder nuestra esperanza: Dios está involucrado, obrando pa­ra llevar a cabo sus planes.

3. ¿Quién es la fuente de la disciplina? ¿De qué manera reaccionamos ante la disciplina? ¿Cuál es el propósito de la disciplina? (Hebreos 12:5-9).

“…..Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”(Hebreos 12:5-9).


Todo lo que nos ocurre en la vida está bajo el control "del Señor"; nada puede sucedemos a menos que lo permita el Altísimo. Dios nunca ha sido el autor del sufrimiento y del pesar, aunque a veces puede permitir que pasemos por ellos (2 Crón. 18: 18; Job 42: 5; Sal. 38: 3).
Un discípulo que desmaya nunca se graduará de la escuela de la experiencia. El que se descorazona y se siente inclinado a darse por vencido, recibe la invitación de dirigir sus ojos a Jesús y meditar en el Señor. Por sobre todo debe recordar que Dios no está enojado con él, sino que lo ama como un padre amoroso y está tratando de ayudarlo para que aprenda una lección muy necesaria. Frecuentemente lo que nos hace difícil la vida es la actitud que adoptamos frente a la disciplina, y no ésta.
Nunca es agradable ser reprobado o corregido, mucho menos sufrir el castigo; la reacción natural es despreciarlo. La forma fácil de escapar es desmayar ante él; pero la actitud sabia es la de sacar provecho de él.
La disciplina paciente y continua es una expresión de solícito afecto. Las vicisitudes que tienen el propósito de ennoblecer y perfeccionar el carácter, constituyen la mejor evidencia de que el Señor nos ama. La disciplina es esencial para el carácter, ya se trate de un niño o de un cristiano adulto,
El niño que soporta la disciplina puede darse cuenta de que su castigo es justo, que lo merece; pero quizá no capta que es administrado con amor. Los cristianos muy a menudo tienden a pasar por alto el valor disciplinario de las vicisitudes difíciles, y ese descuido los priva de preciosas lecciones que de otra manera podrían aprender. Con demasiada frecuencia se resienten porque Dios permite que les sobrevengan esas dificultades, y se quejan de su suerte. El propósito de la disciplina es hacer una impresión. “disciplina que no produce gran impresión, no sirve para un propósito útil.
La renuencia a aceptar la disciplina de la vida, lleva con frecuencia a una persona por caminos tortuosos. El cristiano maduro avanza por una senda derecha porque acepta con valor y confianza, sin vacilaciones ni quejas, las vicisitudes disciplinarias necesarias para la formación de un carácter cristiano simétrico. No trata de encontrar un desvío para evitar la disciplina, sino que prosigue por el camino verdadero y aprovecha las buenas oportunidades que la vida ofrece.
La renuencia a aceptar la disciplina producirá dificultades aún mayores; pero el cristiano sabio no lo permite, sino que aplica el remedio apropiado. Los males físicos tienden a empeorar, no a mejorar, cuando no se les presta la debida atención. Las condiciones de la mente y del corazón, como la renuencia a aceptar la disciplina o el resentimiento debido a ella, se agravan inevitablemente, a menos que se hagan esfuerzos inteligentes para diagnosticar la situación y aplicar el remedio apropiado.
La disciplina es la preparación que corrige, modela, fortalece y perfecciona el carácter.


II. DONDE LA ESPERANZA VIVE


· ¿Por qué existen tantas personas que profesaban la vida cristiana y que ahora simplemente le han dado la espalda a Dios?
· ¿De qué manera podemos encontrar un equilibrio entre una expectativa llena de fe y las respuestas de Dios a nuestras necesidades?
· ¿Por qué debemos ser pacientes y tal vez hasta resignados, cuando nuestras oraciones, peticiones no tienen respuestas inmediatas en los momentos emergentes y circunstancias difíciles?
· ¿Para qué sirve tener esperanza?
· ¿Por qué en Cristo Jesús hay esperanza?
· ¿Cómo podemos esperar algo de lo que no se ve?


1. ¿Por qué debemos de tener una esperanza viviente, desde ahora? (1 Cor. 15:51-58; 1 Tes. 4:13-18)


“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tes. 4:13-18).

  • Dios es el Viviente por excelencia, la fuente de la vida (Eze. 17:19; 33:11; Det. 33:15).
  • La distancia que existe entre Dios y la vida creada la cubre el Espíritu (en hebreo es Rúaj y en griego Pnéuma); todo cuanto lleva vida en el cosmos la tiene en virtud del Rúaj de Dios (Sal. 104:30).
  • El concepto cristiano de vida sostiene que Cristo, el prototipo de la vida verdadera (1Cor. 15:23), es la fuente de la misma (1 Cor. 15:45; Juan. 14:6).
  • En Cristo es donde se opera para la humanidad el auténtico vivir ante Dios, la verdadera dirección religiosa de la vida.
  • Esta vida cristiana es una penetración de vida en todas las esferas del ser humano: una nueva creación que da impulso de nuevo a toda otra clase de vida (2 Cor. 5:17; Gál. 2:20).
  • Sobre el futuro de la vida gravita la esperanza cristiana (Ti. 1:2; 3:7); vida eterna que vencerá a la muerte gracias a que Cristo, Dios, es la vida y la resurrección (Juan. 11:25), la vida y la inmortalidad (Heb. 7:16; Apoc. 20:14).
  • Parecería que los tesalonicenses se habían entristecido indebidamente por los suyos que habían muerto después de aceptar el Evangelio. Los que quedaban temían que los difuntos perdieran la gloriosa experiencia que los cristianos esperaban disfrutar cuando Cristo volviera. Pablo dedica a eliminar ese error y consolar a los creyentes. Explica que no hay necesidad de que un cristiano se entristezca por su hermano muerto, pues la esperanza de la resurrección elimina la causa de ese pesan Pero Pablo no desaprueba el dolor natural. Está enseñando a los creyentes a no quedar sumidos en un dolor humano sin esperanza, sino a reanimarse con la expectativa de reunirse con sus amados cuando éstos resuciten en ocasión del retorno del Señor.

    Los que no son cristianos no tienen un equivalente de la esperanza cristiana.
    Los incrédulos no tienen ninguna base para esperar vida después de la muerte; para ellos la muerte tiene que ser el fin, pues no conocen ningún poder que pueda quebrantar las ataduras de la muerte y dar vida a los muertos.
    Sólo el cristiano conoce a Aquel que ha vencido a la muerte para sí mismo y para sus seguidores.
    Pablo contrasta de esta manera la perspectiva del creyente con la desesperanza del mundo pagano que lo rodea.
    Pablo había presentado la enseñanza en cuanto a la muerte y la resurrección de Jesús la primera vez que los visitó (Hech. 17: 1-3), y sus conversos habían creído. Estaban bien fundamentados en las doctrinas básicas de la fe cristiana. Ahora el apóstol quería que usaran su creencia en la muerte y resurrección de Jesús como fundamento de su esperanza futura de la resurrección de los cristianos muertos antes de la segunda venida. La muerte y la resurrección de Jesús dan al cristiano una segura esperanza de resurrección (Juan 14: 19; 1 Cor. 15: 20-23). Por eso los tesalonicenses no debían desesperarse cuando murieran sus amados.


2. ¿Cuáles son tus textos favoritos de las Sagradas Escrituras que te dan esperanza?


"Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud" (Salmo 71:5).
· "Cuando se corta un árbol, queda la esperanza de que retoñe, que sus renuevos no falten”(Job 14:7)
· "Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza se halla en ti”( Sal. 39:7)
· “Alma mía, sólo en Dios reposa, porque de él viene mi esperanza”(Sal. 62:5)
· Diré al Eterno: "¡Esperanza mía y castillo mío, mi Dios, en quien confío!" (Sal. 91:2)
· “¡Feliz el que tiene la ayuda del Dios de Jacob, que pone su esperanza en el Eterno su Dios”(Sal. 146:5)
· “La esperanza de los justos es alegría, la esperanza de los impíos perecerá”.(Prov. 10:28)
· “Cuando muere el impío, se acaba su esperanza, y la expectativa de la riqueza perece”(Prov. 11:7)
· “La esperanza que se demora es tormento del corazón, pero el deseo cumplido es árbol de vida” (Prov. 13:12)
· “Disciplina a tu hijo mientras hay esperanza, pero no te excedas hasta destruirlo” (Prov. 19:18).
· “Hay esperanza para todo el que está entre los vivos, porque mejor es perro vivo que león muerto”(Ecl. 9:4)
· "Bendito el que confía en el Eterno, y pone su esperanza en él”(Jer. 17:8)
· "Y en su Nombre las naciones pongan su esperanza"(Mat. 12:21)
· “Porque fuimos salvos en esperanza; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque, ¿quién espera lo que ya tiene?”(Rom. 8:24)
· “Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración”(Rom. 12:12)
· “Todo lo que antes fue escrito, para nuestra enseñanza fue escrito, para que por la paciencia y el consuelo de las Escrituras, tengamos esperanza”(Rom. 15:4)
· “Pero nosotros por el Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia que viene por la fe”(Gál. 15:5)
· “Porque la gracia de Dios que trae salvación, se manifestó a todos los hombres, y nos enseña a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a vivir en este siglo sobria, justa y piadosamente, mientras aguardamos la bendita esperanza, la gloriosa aparición de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”(Tito 2:11-13)


3. ¿De que manera podemos gozar, ser felices y tener esperanza a pesar de los crisoles que estamos atravesando en estos momentos?

  • Goza y se feliz cada día con la presencia de Cristo Jesús.
  • Canta himnos de esperanza.
  • Comparte tu fe.
  • Vive en Cristo JESÚS dando esperanza.
  • Vive la Santidad sin la cual nadie verá a Dios.
  • Utiliza los dones que tienes. Predica la Palabra de Dios a tiempo y fuera de tiempo.

REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA

Mí querido(a) hermano(a): ¿Qué es la esperanza? ¿Un deseo? ¿Una cosa? ¿Una persona? ¿Por qué nos preocupamos? ¿Existe esperanza para todas nuestras preocupaciones? ¿Cuáles son tus textos favoritos de las Sagradas Escrituras que te dan esperanza? ¿Quién es la única fuente de esperanza? ¿Qué has hecho a favor de los desalentados y los desesperados? ¿Cuán importante es la esperanza para la vida? ¿Por qué Cristo murió en la cruz? ¿Dónde esta Jesús cuando lloras? Considera, ¿Jesús sufre contigo en los momentos de pruebas y circunstancias difíciles? ¿Qué esperanza nos ofrece Jesús ahora mismo? ¿Amas a Jesús? ¿Quién es tu esperanza?

Reflexiona conmigo el mensaje del siguiente Canto:

“La esperanza es Jesús”

Estrofa I

o No hay esperanza alguna para un mundo, donde Dios no está.
o No hay esperanza de amor y de paz donde el odio causa llanto y dolor.
o No hay esperanza de vida en aquellos que no aman a Dios.
o No hay, esperanza de un mundo de paz si el hombre se olvida de Dios.

Coro

o La esperanza es Jesús para un mundo perdido.
o La esperanza es Jesús él es nuestro camino.
o La esperanza es Jesús nos ofrece la salvación.
o Si hay problemas, él es la solución.

La esperanza es Jesús…

Estrofa 2

o Solo hay, esperanza y certeza en aquel que es vencedor.
o Solo hay esperanza en el nombre de Dios para un mundo que no tiene amor.

Ore conmigo, por favor… "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. Pero tened buen ánimo, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33)…Feliz Sábado!

RESUMEN

Después del amor, la esperanza como una cualidad es una característica definitoria de un cristianismo verdadero y vital. Como cristianos, la esperanza es algo que debemos cultivar en un mundo que a menudo no parece ofrecer muchas razones para ella.
Elaboró:Delfino Jarquín López., visítanos también en: (http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com/), hay temas de interés y enlaces inmediatos.

Bibliografía: Anthony Gavin, El fuego refinador, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Octubre-Diciembre de 2007__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Octubre-Diciembre de 2007__Y. Penniecook Tricia, Sebastián Arturo, M. Roca Bernalena, Fletcher Leesa, Beard Kenneth, et al, La fragua del Orfebre, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, el universitario, Octubre-Diciembre de 2007 __ G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Pratiarcas y profetas, Profetas y reyes__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo I, II, III, IV, V, VI, VI - Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007, _ E. Wensell Paul, Vibrantes anécdotas de humor y sabiduría, APIA., 2000.

Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.

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