11/18/2007

El poder invisible de Dios

EL PODER INVISIBLE DE DIOS

Mí querido(a) hermano(a): ¿Qué es la fe? ¿Una ilusión? ¿Un mundo de fantasías? ¿Qué es más fácil? ¿Creer? o ¿No creer? En realidad es más fácil creer, después de todo, << ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó>> (Rom. 8:35,37) ¿Puede alguien poner una distancia entre nosotros y el amor de Cristo? ¿Puede hacer alguien que él deje de amarnos? Todas las cosas que Pablo ahora enumera no harán que disminuya en lo más mínimo el amor con que nos ama Cristo.

Las calamidades y tragedias enumeradas en este versículo fueron todas realmente vividas por los primeros cristianos. Amigo(a), hermano(a), ¿Cuáles de éstas las has vivido o estás experimentando en este momento?
Reflexiona conmigo el mensaje del siguiente Himno 62:

¡OH AMOR DE DIOS!

Estofa 1

¡Oh amor de Dios! tu inmensidad, el hombre no podrá contar, ni comprender la gran verdad: que Dios al hombre pudo amar. Cuando el pecar entró al hogar de Adán y Eva en Edén, Dios los sacó, mas prometió un Salvador también.

Coro

¡Oh amor de Dios! brotando estás, inmensurable, eternal, por las edades durarás inagotable raudal.

Estofa 2

Si fuera tinta todo el mar, y todo el cielo un gran papel, y todo hombre un escritor, y cada hoja un pincel, para escribir de su existir, no bastarían jamás. El me salvó, y me lavó y me da el cielo además.

Estofa 3

Y cuando el mundo pasará, con cada trama y plan carnal, y todo reino caerá, con cada trono mundanal, el gran amor del Redentor por siempre durará; la gran canción de salvación su pueblo entonará.

¿No es riesgoso confiar en alguien? ¿Cómo podemos confiar en alguien? o aún más, ¿Cómo podemos confiar en alguien que no conocemos? Para confiar de de veras en alguien, necesitamos tener fe sin reservas.

Tal vez todas las cosas que realizamos en nuestra vida cotidiana, evidentemente esta relacionada con lo que, de cierto modo se llama fe. La fe esta presente, para llegar a conocer cualquiera cosa; esto significa que se debe asumir, creer o tener fe en la credibilidad de una persona, lugar, cosa o idea, con la finalidad de tener una base para el conocimiento. La fe juega un papel muy importante en desarrollo del conocimiento de una persona, partiendo desde lo desconocido para llegar a lo conocido. La fe elimina la ignorancia. La fe convierte de hombres ignorantes a filósofos. De hombres ignorantes a sabedores e instruidos. Sin embargo, la definición de fe en la Palabra de Dios, va más allá de cosas abstractas, trata de aquello que, “Lo veo, pero no lo creo”. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Heb. 11:1). No se trata solamente de lograr muchas cosas en esta tierra, para afirmar que tengo mucha fe. Es bueno preguntarnos, ¿Fe en qué o en quién?

La verdadera fe es aquella que hace sabio al más indocto e ignorante. La verdadera es aquella que procede de lo alto, de Dios. La fe verdadera es aquella que trae sabiduría divina. La verdadera fe es aquella que salva al pecador. La verdadera fe esta relacionada con una persona, con Jesús. Quien es el autor y consumador de nuestra fe. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. El que cree en mí, dijo: tiene vida eterna. “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”(Juan 5:28).

¿Cuáles son vuestros textos favoritos acerca de la fe? ¿Cómo podemos saber que tenemos fe? ¿Qué significa tener fe? ¿De qué manera podemos tener una fe viviente, firme, vigorosa y triunfante, a pesar de los crisoles que experimentamos?

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:24, 28,29).
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”( Juan 6:35).
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”(Juan 6:47)
“El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él” (Juan 6: 54-56).
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11).
"Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14: 6).
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. (Isa. 45: 22).
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Rom. 3:24).

Ore conmigo, por favor… “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13,14)… ¡Feliz Sábado!

Elaboró: Delfino Jarquín López, visítanos también en: (http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com), hay temas de interés y enlaces inmediatos.



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