12/07/2007

Mansedumbre en el crisol

Lección 10: Mansedumbre en el crisol
Para el 8 de diciembre de 2007

Lee: Éxodo 32:1-14; Salmo 62:1-8; Ezequiel 24:15-27; Mateo 5:43-48; 1 Pedro 2:18-25. Descubra, ¿De qué manera podemos practicar la mansedumbre en medio de la adversidad?

Memoriza y considera: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mat. 5:5).

Pensamiento clave: ¿Cuál es la relación entre el sufrimiento y la mansedumbre? ¿Cómo podemos nosotros, con nuestros propios sufrimientos y dolores, ser un testimonio viviente para otros? ¿De qué modo la mansedumbre realmente puede ser una fortaleza y no una debilidad del cristiano?

La palabra griega praús "manso", "suave", gentil". Cristo dijo que él era "manso y humilde de corazón" (Mat. 11: 29), y por eso todos los que están "trabajados y cargados" (Mat. 11: 28) pueden ir a él y hallar descanso para su alma. El equivalente hebreo del griego praús es 'anaw o 'ani, "pobre", "afligido", "humilde", "manso". Se emplea esta palabra hebrea para describir a Moisés que era muy "manso" (Núm. 12: 3). También aparece en el pasaje mesiánico de Isa. 61: 1-3 (Mat. 5: 3) y en Sal. 37: 11, donde también se traduce como "manso".

La mansedumbre es la capacidad dada por Dios para soportar: injurias, traición, injusticias, agravios, difamación, críticas, chismes, entre otros crisoles, con “paciencia y sin resentimiento”. La mansedumbre es una actitud del corazón, de la mente y de la vida, que prepara el camino para la santificación. A la vista de Dios, el espíritu "afable" -praús- es "de grande de estima" (1 Ped. 3: 4). La "mansedumbre" aparece repetidas veces en el Nuevo Testamento como una virtud importantísima del cristiano (Gál. 5: 23; 1 Tim. 6: 11).
La "mansedumbre" en relación con Dios significa que habremos de aceptar su voluntad y la forma en que nos trata, que nos someteremos a él en todas las cosas sin vacilación (DMJ 18).

· ¿Cuál es el mensaje central de esta lección?
· ¿Cómo aplicarías este mensaje en tu vida?

PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA

· Saber que, en la vida cristiana, es necesaria la mansedumbre o la paciencia frente a los agravios.
· Sentir una disposición de amar a nuestros enemigos en el sentido de que podemos verlos a través de los ojos de Dios.
· Hacer que Dios tome el control de nuestras reacciones en los casos en que afrontamos injusticias o malos tratos.

I. LA MANSEDUMBRE Y LA HUMILDAD DE MOISÉS

· ¿Qué significa ser humilde?
· ¿Cuáles son las características de una persona humilde?
· ¿Qué es la humildad?
· ¿De manera el sufrimiento y la mansedumbre están relacionados?

1. ¿Sabes algo… de Moisés? ¿Quién fue Moisés? (Exo. 2:1-15; 6:16-20)

Moisés fue hijo de Amram y Jocabed, descendiente de Leví, de la cuarta generación (Exo. 6:16-20), de la familia de Coat (Exo.6:18-20). Su hermano Aarón tenía 3 años más que él (Exo. 7:7), y una hermana, María, también era mayor (Exo. 15:20; 2:6, 7). Cuando nació Moisés los hijos de Israel ya estaban en Egipto unos 135 años (Gén. 12:4; 21:5; 25:26; 47:9; Det. 2:7; 34:7; Hech. 7:30; Exo. 7:7; 12:40, 41; Gál. 3:16, 17). Jacob había muerto hacia unos 118 años (Gén. 47:28), y José, unos 64 años (Gén. 50:22; 41:46, 47, 54; 45:6; 47:9). Con el criterio de un éxodo en el 1445 a.C., Moisés debió haber nacido en el 1525 a.C. (Exo. 7:7).

Nacimiento de Moisés

Al nacer Moisés, los padres reconocieron que "era hermoso" (Ex. 2:2).
Sus esfuerzos por conservarlo con vida se mencionan como un acto de fe (He. 11:23).
La princesa tomó al niño como hijo propio, y contrató a la propia madre de Moisés como su nodriza.
La educación hogareña inculcó en el niño el amor a Dios y el sentido de la misión de su vida (Hech. 7:25).

Moisés instruido por los egipcios

Moisés fue instruido "en toda la sabiduría de los egipcios" (Hech. 7:22). Bajo los sacerdotes llegó a dominar las letras, la literatura, las ciencias y la religión; bajo los comandantes del ejército obtuvo la habilidad para el mando militar; y de otros oficiales reales el conocimiento de las leyes y de la administración civil.
Su aspecto exterior, su vestido, su conversación, su conducta y su cultura pudieron haber sido completamente egipcios, pero su corazón nunca llegó a serlo. Su carácter, su religión y su lealtad siguieron siendo hebreos (Exo. 2:11-13; Heb. 11:24, 25).


Moisés decide dejar el trono de Egipto

Cuando llegó a los 40 años, en el año de 1485 a.C, Moisés supo que había llegado el momento de escoger entre su fe hebrea y el trono de Egipto (Hch. 7:23). La profunda lealtad a Dios (Heb. 11:24-26) y la percepción del propósito divino para su vida (Hech. 7:25) lo condujeron a echar su suerte con su propio pueblo y ser "maltratado" con ellos antes que "gozar de los deleites temporales del pecado" (Heb. 11:25).
Actuando en forma precipitada, mató a un capataz egipcio (Exo. 2:11, 12), y por ese acto necio se puso en las manos de sus enemigos.

Moisés huye de Egipto y habita en Madián

Moisés estuvo con parientes durante sus 40 años de peregrinación, algunos de los cuales todavía adoraban al Dios verdadero. Entre ellos estaba Jetro, un sacerdote de Jehová (Exo. 18:1, 12, 23).
Jetro también figura con el nombre de Reuel (Exo. 2:16-18), que significa "amigo de Dios". Su hospitalaria recepción indujo a Moisés a entrar a su servicio, y con el tiempo su hija Séfora llegó a ser su esposa (Exo. 2:18-21). Moisés halló refugio en la casa de Jetro, que adoraba al Dios verdadero (Exo. 2: 15; 3: 1; 18: 1-6).
Durante los 40 años que pasó en la región sur de la Península del Sinaí, sin duda Moisés se familiarizó con la geografía, los recursos y el clima de esa región desértica.

Moisés reflexiona de sus experiencias pasadas

Al conducir los rebaños de Jetro en medio de la solemne grandeza de las montañas, tuvo tiempo suficiente para reflexionar sobre sus experiencias pasadas. El Salmo 90, que se atribuye a Moisés, refleja sus pensamientos, tal vez hacia el fin de su peregrinación en Madián. Allí también escribió el libro del Génesis bajo la inspiración del Espíritu Santo (PP256).
Sin duda reflexionó que su acto impetuoso de matar al egipcio había frustrado el propósito de Dios y distorsionado el plan divino para su propia vida. Ya había pasado la marca de los "setenta años" y se estaba aproximando a la de "ochenta" (Sal. 90:9, 10), pero con su gran chasco en la mente, oró a Dios para que le enseñara a "contar" sus días para poder aplicar su corazón a la sabiduría (Sal. 90:12). Todavía tenía fe en las promesas de Dios a los padres y esperaba su cumplimiento. Sus pensamientos se volvieron luego a sus hermanos sufrientes en Egipto (Sal. 90:13, 14) y oró por su liberación (Sal.90:15, 16).
Tal vez en la época en que se hacía estas reflexiones se le apareció Dios en una zarza ardiendo y le encargó que volviera a Egipto para liberar a los hebreos (Exo. 3:1-10).

Moisés regresa a Egipto para liberar los hebreos

En camino de vuelta a Egipto se encontró con Aarón, a quien Dios había enviado al desierto para encontrarse con él, y juntos regresaron y se reunieron con los ancianos de Israel (Exo. 3:20-31) antes de presentarse a Faraón.
Su primera audiencia con Faraón (Exo. 5:1-3) sólo consiguió empeorar la situación de los hebreos (Exo. 5:4-19).
Diez plagas cayeron sobre el país antes que el rey cambiara de idea. Con la última, la muerte de los primogénitos, Faraón llamó a Moisés de noche y le dio la orden de que los hebreos salieran del país (Exo. 12:29-32).
Bajo la conducción divina, Moisés sacó a Israel de la tierra de servidumbre (Exo. 13:17-22).
Después de varias crisis y liberaciones providenciales, Moisés y el pueblo hebreo llegaron al monte Sinaí (Exo. 19:1, 2).

Un vistazo del ministerio de Moisés

La gran capacidad literaria de Moisés es evidente por la cantidad y variedad de sus escritos.
En el Génesis contó la historia del mundo desde la creación hasta la muerte de José.
En Éxodo y en partes de Números y Deuteronomio conservó un registro del éxodo de Egipto y de los eventos más importantes en el camino hasta Canaán.
En los últimos capítulos de Éxodo registró los detalles de la construcción del tabernáculo, y en Levítico describió los reglamentos del servicio sagrado.
En Éxodo (20-24), Levítico (18-20; 24:10-23) y partes de Deuteronomio escribió las leyes civiles que Dios le había dado para Israel. También fue un poeta consumado (Éxodo 15:1-19; Sal. 90).
Pero más que un escritor; fue uno de los grandes líderes y administradores de todos los tiempos.
Bajo la dirección de Dios, organizó a Israel como nación y la guió con seguridad desde Egipto hasta las fronteras de Canaán.
Le dio sus instituciones civiles, judiciales y religiosas.
Como profeta (Deut. 18:15) fue favorecido con comunicaciones especiales de Dios durante 40 años y gozó de privilegios que ningún otro hombre tuvo.

2. ¿Por qué Moisés tuvo tanto éxito en su ministerio? ¿De qué manera Moisés transformó su vida, de precipitado y sagaz a manso y humilde? (Exo. 2: 11-14; Núm. 12:3).

Los grandes logros que obtuvo sobre la nación hebrea fueron el resultado del carácter, de la personalidad y de la vida consagrada de Moisés, que, por sobre todos los demás dirigentes, unificó sus familias y tribus para formar el pueblo escogido de Dios.
Abrahán fue el padre de Israel, pero Moisés fue el fundador y legislador de la nación. Como legislador y líder, Moisés sobrepasó a todos los hombres de la antigüedad, pero a pesar de sus talentos superiores fue "muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra" (Núm. 12:3). La palabra manso, es de una raíz que significa "humilde", "sumiso", "modesto". La misma palabra se traduce de varias maneras, como "pobres" (Job 24: 4), "afligidos" (Sal. 9: 12) y "humildes" (Prov. 3: 34; 16: 19). El rasgo de carácter que aquí se describe como humildad es esencial para ser dirigente en la causa de Dios.
· Moisés no era naturalmente humilde (Exo. 2: 11-14); desarrolló esa cualidad como resultado de los 40 años pasados en la dura escuela del desierto de Madián.
· Sólo un hombre humilde sabe cómo ser sumiso ante Dios y ante sus subordinados y, al mismo tiempo, ser un caudillo valiente y dinámico.
· No hay lugar en la obra de Dios para un dirigente que cree tener la prerrogativa de dominar a sus colaboradores y ser su dictador.

3. ¿Por qué razones Moisés intervino como intercesor para que Dios no destruyera a Israel? (Exo. 32:1-14)

“Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande. Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre” (Exo. 32:9-14).

Éxodo 32:1-14 plantea dos problemas importantes. Primero, la oferta de Dios de destruir al pueblo rebelde y bendecir a Moisés era una prueba para él. Dios quería que Moisés demostrara cuánta compasión sentía él mismo por ese pueblo que era terriblemente desobediente. Y Moisés pasó la prueba. Como lo hizo Jesús, él suplicó pidiendo misericordia para los pecadores. Esto revela algo muy interesante: a veces Dios también puede permitirnos afrontar oposición, puede permitirnos estar en el crisol, de modo que él, nosotros y el universo que observa podamos ver cuánta compasión tenemos por los que están extraviados.

4. Lee Mat. 5:38-48, ¿Hasta que punto la humildad debe llevarnos a “poner la otra mejilla”?

“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mat. 5: 38-48).

Ojo por ojo, y diente por diente

Esta ley fue instituida para evitar los abusos del sistema de justicia común en la antigüedad. Era práctica corriente cobrar las deudas o daños con intereses exorbitantes. Esta ley era un estatuto civil, y el castigo debía hacerse bajo la supervisión de los tribunales. Pero no se justificaba la venganza personal (DMJ 62-63).

· El cristiano no debe luchar por lo que considera que es su derecho. Sufrirá un menoscabo antes que procurar desquitarse.
· Jesús mismo observó plenamente el espíritu de esta orden, aunque literalmente no atrajo sobre sí sufrimientos adicionales (Juan 18: 22-23; Isa. 50: 6; 53: 7). Tampoco lo hizo Pablo (Hech. 22: 25; 23: 3; 25: 9-10). En la cruz, Cristo manifestó el espíritu del cual habló aquí cuando pidió al Padre que perdonara a quienes lo atormentaban (Luc. 23: 34).
· El cristiano se ha de someter callada y mansamente ante un agravio.

5. ¿Qué significa “amad a vuestros enemigos”?

El agapáo , cuya rica gama de matices no es reflejada adecuadamente por el verbo "amar". La palabra "amar" implica tantas ideas diferentes, que el verdadero significado del verbo agapáo se tergiversa. Los griegos tenían tres verbos para expresar las ideas que se expresan por medio del verbo llamar": agapáo, filéo, eráo
· Filéo describe en general el amor afectuoso, basado en emociones y afectos. Es el amor entre amigos, entre familiares; es el cariño para quienes también nos tienen cariño. Se lo traduce correctamente como "querer" en Juan 21: 15-17.
· El verbo eráo no aparece en el Nuevo Testamento. Se refiere al amor sensual. Es la raíz de la palabra "erotismo", y como tal describe el amor que se manifiesta en el plano físico.
· El verbo agapáo se relaciona con el respeto y la estima. Es un principio de acción y no una acción regida por sentimientos. Pone en acción las facultades superiores de la mente y de la inteligencia. Al paso que el verbo filéo implica amar a quienes nos aman, el verbo agapáo expresa respetar, estimar y amar aun a quienes no nos aman. Demuestra un amor altruista, mientras que el verbo erá describe un amor puramente egoísta, y aun el sentimiento expresado con filéo puede estar teñido de egoísmo.
El sustantivo correspondiente con este verbo es a agapáo. Se encuentra casi exclusivamente en la Biblia. El agapáo del Nuevo Testamento es el amor más puro y excelso, amor que no puede ser igualado, amor que obliga a una persona a sacrificarse en bien de otros (Juan 15: 13). Implica reverencia para Dios y respeto a los prójimos. Es un principio divino de pensamiento y de acción que modifica el carácter, gobierna los impulsos, controla las pasiones y ennoblece los afectos (Luc. 6: 30).

6. Reflexiona, ¿Qué podemos decir en cuanto las actividades y campañas que abogan por los derechos humanos? ¿Son contrarias a las enseñanzas de la Biblia? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?

II. HUMILDAD VERSUS ORGULLO

· ¿Por qué el Señor Jesús hizo tanto énfasis en la vida futura? ¿Significa que la vida del cristiano en esta tierra no puede ser plena y feliz? (Mat. 5:5).
· ¿Podríais mencionar por lo menos cinco sugerencias que junto con la ayuda del Espíritu Santo podéis tener una actitud de humildad?
· ¿Por qué la humildad se hace tan extraña en nuestros tiempos?
· ¿Cómo representarías la humildad a través de un dibujo?
· ¿Qué significa el lavamiento de los pies durante el servicio de comunión?
· ¿Por qué existen disputas en un partido de fútbol o básquetbol? ¿Cuál es la reacción natural de los perdedores? y ¿Cuál de los ganadores? ¿De qué manera podrías participar para que el equipo contrario ganara?

1. ¿Por qué la humildad se hace tan extraña en nuestros tiempos?

“…os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor” (Efe. 4:1,2).

La palabra griegra tapeinofrosúne, "humildad de corazón", y "modestia". Pablo, dijo: “sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas” (Hech. 20: 19). Pablo, que sólo se gloriaba en la cruz de Cristo, por el cual él estaba crucificado para el mundo (Gál. 6: 14), no sentía orgullo de su llamamiento o investidura, ni autosuficiencia alguna. Podía confiar en la carne, pero no lo hacía (Fil. 3: 4-7). Podía haberse gloriado en sus vicisitudes por su apostolado y sus sufrimientos, pero no lo hizo (2 Cor. 11: 18-30). Su humildad era la de un noble cristiano que compara su pequeñez y debilidad con la grandeza y el poder de Cristo. La idea de "humildad" no era tenida en gran estima entre los pueblos no cristianos. En escritos seculares, tapeinofrosúne y las palabras relacionadas con ella significaban degradación o envilecimiento del espíritu; pero el cristiano ensalzó el sentido del término haciéndolo significar humildad abnegada. El Maestro se describió a sí mismo, en relación con el yugo que sus seguidores deben asumir, como "manso y humilde de corazón" (Mat. 11: 29).

· La orden de andar en toda humildad es dura para el corazón inconverso, pues está en contra de cada impulso natural del espíritu humano.
· El que es humilde acepta ser perjudicado por causa de otros y se somete a las dificultades de la vida con resignación cristiana y esperanza. Sin esta cualidad tan esencial para la unidad de la iglesia, pronto se producirán divisiones.
· Como la mansedumbre es la negación de la agresividad aun ante la provocación, no puede existir sin humildad.
· Soportar, "sufrir", "tolerar", las agresiones, injurias, injusticias, con humildad, paciencia y amor es la verdadera mansedumbre que procede de un corazón convertido por la gracia transformadora de Jesús.

2. ¿Qué virtudes deben de tener los dirigentes de la iglesia? (Exo. 18:21; Hech. 6:3; 1 Tim. 3:7; 2 Tim. 2:2; Tito 1:5-11)

Jetro no sólo le aconsejó a Moisés que eligiera "varones de virtud" sino que hizo una lista de las cualidades que debían tener esos varones: piedad, integridad moral y honradez, dijo “… escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia…” (Exo. 18:2). En la iglesia primitiva el consejo era, “…Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo” ( Hech. 6:3).

· La situación de la iglesia no mejoraría a menos que se asigne la tarea de distribuir equitativamente los fondos a hombres de reputación intachable. Debían ser personas honradas y eficientes, aceptables ante sus hermanos.
· Además de tener buena reputación se espera que cada uno estuviera lleno del Espíritu Santo.
· Los varones elegidos no sólo debían atender las necesidades espirituales de los pobres, sino manifestar prudencia, discreción, humildad, mansedumbre, capacidad administrativa y sabiduría en su obra.
· El cristianismo sería poco atractivo si los dirigentes de la iglesia fueran tan poco íntegros como los que no pertenecen a ella.
· Cuando la influencia del ministro es anulada por el juicio crítico de la comunidad tanto de los miembros de la iglesia y de los incrédulos, casi inevitablemente se producen desanimo y desazón.
· El ministro que ha perdido el respeto de los miembros de la iglesia y de los extraños, ha caído por lo menos en un "lazo del diablo", y caerá en otros, a menos que ocurra un cambio radical en su corazón.
· El dirigente cristiano no sólo debe predicar el Evangelio a la grey y a los incrédulos, sino también preparar a jóvenes capaces para que se encarguen de la conducción de la iglesia cuando desaparezca la generación de más edad.
· Un dirigente cristiano debe ser un ejemplo de los principios que profesa si quiere convencer a otros de la dignidad de su mensaje.
· Una corriente de agua no alcanza un nivel más alto que el de su fuente, y por lo general una congregación no se elevará más alto que quienes la dirigen.

3. ¿Qué cualidades o virtudes se espera en la vida de los creyentes? 1 Corintios 13)

· El cristiano se esfuerza por servir a Dios ejerciendo el verdadero poder de la voluntad, y al mismo tiempo ora y depende plenamente del Señor (Juan 17:15; Judas 24).
· En la vida cristiana sólo conquista el éxito aquel que une el esfuerzo humano con el omnipotente poder de Dios.

III. EL MAXIMO EJEMPLO DE HUMILDAD Y MANSEDUMBRE

1. ¿Quién es nuestro máximo ejemplo de humildad y mansedumbre? (Mat. 11.28-30).

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mat. 11:28-30)

· El que es manso no desea sino el bien para otros. La mansedumbre significa “apacibilidad", "dulzura".
· El que es de veras humilde, reconoce que depende enteramente de Dios y coloca los deseos y las necesidades de su hermano antes que los propios. Por ser "manso y humilde", Cristo es un maestro comprensivo, y quienes aprenden de él también serán mansos y humildes. Los así llamados cristianos que no han aprendido a ser mansos y humildes, no han aprendido en la escuela de Cristo (Fil. 2: 2-8).
· La mansedumbre es una actitud del corazón, de la mente y de la vida, que prepara el camino para la santificación. A la vista de Dios, el espíritu "afable" -praús- es "de grande de estima" (1 Ped. 3: 4).
· La "mansedumbre" aparece repetidas veces en el Nuevo Testamento como una virtud importantísima del cristiano (Gál. 5: 23; 1 Tim. 6: 11).
· La "mansedumbre" en relación con Dios significa que habremos de aceptar su voluntad y la forma en que nos trata, que nos someteremos a él en todas las cosas sin vacilación (DMJ 18).
· Una persona "mansa" domina perfectamente su yo. Debido al enaltecimiento del yo, nuestros primeros padres perdieron el reino que les había sido confiado. Por medio de la mansedumbre éste puede ser recuperado (DMJ 20; Miq. 6: 8).

2. ¿Ser humildes significa que debemos dejarnos pisotear por los demás? ¿Pueden los cristianos defenderse y pelear por sus “derechos”? ¿Es aceptable que los cristianos estén involucrados en revueltas, enfrentamientos y conflictos contra el Estado? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? ¿Qué dice la Palabra de Dios? (Filip. 2:2-8; Rom. 12:14-21)

“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, no que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filip. 2:2-8).

Toda la vida de Cristo estuvo subordinada a la voluntad de su Padre, y así deben estarlo, nuestras vidas. La vida de Cristo llegó a ser en esa forma el sencillo cumplimiento de la voluntad de Dios (DMJ 17-19; DTG 178). Supera a la comprensión humana el saber cómo pudo realizarse todo esto; es una parte del gran "misterio de la piedad" (1 Tim. 3: 16). Pero sí podemos ver claramente cuán pequeño es cualquier sacrificio de Aquel a quien profesamos seguir. Nosotros, que somos tan inferiores a Cristo, ¿nos preocuparemos tanto por nuestra frágil reputación que nos resulte difícil o imposible rendir nuestra voluntad a la voluntad de Dios?

· Cuando compartamos el verdadero espíritu de Cristo, cuando él more en nosotros y vivamos la vida del Hijo de Dios, seremos realmente humildes y mansos, entonces llegaremos a ser semejantes a Cristo.
· La obediencia de Jesús lo llevó a entregar su vida. Fue sin duda una humillación el hecho de que Hasta la muerte.
· La obediencia de Jesús lo llevó a entregar su vida. Fue sin duda alguna una humillación el hecho de que Dios se hiciera hombre, y que después -siendo hombre- muriera una muerte oprobiosa en la cruz. Así como Isaac se había sometido voluntariamente a su padre cuando se le dijo que él era la víctima que sería colocada sobre el altar, así también Cristo -quien podría haber rehuido la cruz- se sometió voluntariamente a morir por los seres humanos pecadores.
· La obediencia de Cristo fue de la misma naturaleza como debe ser la nuestra. "En la carne" (Rom. 8: 3) fue donde Cristo consintió en obedecer. Era hombre, sometido a los mismos deseos de conservar su vida como lo somos nosotros. Fue tentado por Satanás, pero lo venció por el poder del Espíritu Santo, y así también podemos vencer nosotros. No ejerció en favor de él ningún poder que nosotros no podamos emplear (Heb. 4: 15; DTG 94, 677, 683).
"Mía es la venganza y el pago, para cuando su pie resbale. Porque cerca está el día de su aflicción, y lo que les está preparado se apresura” (Det.32:35).

"Bendecid a los que os persiguen, bendecid, y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran. Sed unánimes entre vosotros. No altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión. No paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno ante todos los hombres. En lo posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, antes dad lugar a la ira de Dios. Porque escrito está: "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Al contrario, si tu enemigo tuviera hambre, dale de comer; si tuviera sed, dale de beber. Actuando así, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza. No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien" (Rom. 12:14-21).

· El cristiano debe "practicar" la hospitalidad para con los hermanos y bendecir a los impíos que lo "persiguen".
· Manifestar simpatía en todas las circunstancias, ya sean buenas o malas, es una prueba segura de que el amor es genuino.
· Parece más fácil y más natural simpatizar con los afligidos; pero se necesita un alma noble para regocijarse con el éxito y los gozos de otros. Los adversarios de estas virtudes son la envidia que siente pena por la buena fortuna ajena y la malignidad que se complace con las desgracias de otros. Tales manifestaciones de egoísmo son las tendencias naturales del corazón no regenerado.
· En 1 Cor. 12: 26-27 Pablo compara la simpatía que debe existir entre los miembros de la iglesia cristiana con la que siente una parte del cuerpo por otra. Jesús lloró con simpatía ante la tumba de Lázaro (Juan 11: 35; DTG 490). Él se regocija aun en la salvación del más indigno pecador (Luc. 15: 5-7, 10, 23-24, 32; Judas 24).
· Cada cristiano debe compenetrarse de tal manera de los sentimientos y deseos de sus hermanos en la fe, que pueda tener un mismo sentir con ellos (Rom. 15: 5; 2 Cor. 13: 11; Fil. 2: 2; 4: 2). Entre los cristianos siempre debería existir la armonía que resulta de propósitos, esperanzas y deseos comunes.
· El orgullo aun puede ser provocado por los progresos espirituales (1 Cor. 12). No puede existir amorosa concordia donde hay algunos que son "altivos", donde hay ambiciones personales, fatuidad o menosprecio por otros.
· Los cristianos debían tener una mente como la de Jesús. El era divino, pero no era "altivo"; por el contrario, tomó "forma de siervo" y "se humilló a sí mismo" para poder tratar de cerca a los humildes y pecadores con el propósito de ocuparse de su salvación (Fil. 2: 5-8). Si el Hijo de Dios estuvo dispuesto a bajar tanto por amor a sus criaturas corruptas, no hay duda de que los cristianos agradecidos deben también estar dispuestos a "asociarse" con cualquiera de sus prójimos mortales (OE 345-351; Sant. 1: 9-10).
· Sentirse orgulloso de las propias opiniones es una ofensa contra el amor cristiano, pues implica despreciar las opiniones ajenas y finalmente aun los consejos de Dios. Por eso el profeta advierte: "¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!" (Isa. 5: 21; Prov. 3: 7).
· El cristiano cuya mente ha sido renovada no confiará en la presunción de su propia habilidad superior y comprensión, ni se negará a escuchar el consejo de otros; por el contrario, con amor y humildad respetará el juicio de sus hermanos en la fe, y estará dispuesto a escuchar y aprender. Estará listo para reconocer y admitir sus propias limitaciones y errores y para aprender de otros.
Los cristianos nunca deben tratar de vengarse de los que los tratan con injusticia, sino dejar las cosas con Dios. Sólo un Dios perfecto, que todo lo conoce y que ama a todos, puede juzgar con rectitud a los impíos y castigarlos con justicia.
Los que albergan pensamientos de venganza están dando la oportunidad para que Satanás les inspire ira, odio y amargura, cuando deberían estar fomentando el crecimiento de los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia (Gál. 5: 22). Dios, a su debido tiempo, tomará venganza por ellos, pues "¿acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?" (Luc. 18: 7; Deut. 32: 40-43; 2 Tes. 1: 6-10; Apoc. 6: 9-11).

3. ¿Cuál es la recompensa de los mansos? (Mat.5:5)

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mat. 5:7).
Los "pobres en espíritu" han de recibir las riquezas del reino de los cielos (Mat. 5: 3); los mansos han de "recibir la tierra por heredad"(Sal. 37:11) Es evidente que no son los "manos" quienes ahora poseen la tierra, sino los orgullosos. Sin embargo, a su debido tiempo los reinos de este mundo serán entregados a los santos, a los que hayan aprendido la virtud de la humildad (Dan. 7: 27). Finalmente, dijo Cristo, los que se humillen, los que aprendan la mansedumbre, serán ensalzados (Mat. 23: 12).

REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA

Mí querido(a) hermano(a): ¿Qué significa ser humildes y mansos? Sabes Usted, ¿por qué debemos ser humildes? ¿Cómo reaccionamos cuando alguien nos esta agrediendo? ¿Por qué muchos cristianos reaccionan violentamente ante la adversidad o cuando esta de por medio el prestigio, el honor de su nombre o de su familia? ¿Qué beneficios y bendiciones nos traen ser mansos? ¿De qué manera practicamos la humildad y la mansedumbre en nuestros hogares? Realmente, ¿Somos humildes? ¿Cuáles son las evidencias de que eres un hombre o una mujer que tienes esas virtudes como la humildad y la mansedumbre? ¿Qué tal con tus hijos? ¿Qué tal con tu esposa o esposo? ¿Que tal con tus compañeros de trabajo? ¿De qué modo demostramos nuestra humildad cuando nos involucramos en un deporte, si el equipo pierde? ¿Qué tal con la gente que te rodea? ¿Qué significa amar a vuestros enemigos? ¿Cuál es el antídoto contra el orgullo y la autosuficiencia? ¿Es Cristo el centro de vuestra vida? ¿Vuestro carácter se asemeja el de Cristo?

Reflexiona conmigo el siguiente texto: "La bondad, la humildad, la mansedumbre y el amor son los atributos del carácter de Cristo. Si tenéis el espíritu de Cristo, vuestro carácter se modelará a semejanza del suyo. Cuando, por causa de Cristo, se nos llama a pasar por pruebas que son humillantes, si tenemos la mente de Cristo, las sufriremos con mansedumbre, sin resentirnos por las injurias ni resistiendo el mal. Manifestaremos el espíritu que mora en Cristo. Hemos de comprender que el sacrificio, los trabajos y los sufrimientos de Cristo existieron para que podamos cooperar con él para que se efectúe el gran plan de la redención" (A fin de conocerle, pp. 97, 107)

Ore conmigo, por favor… “Con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros en amor” (Efe. 4:2).

RESUMEN

Aunque la mansedumbre y la humildad puedan parecer debilidades según las normas del mundo, Jesús las valoró lo suficiente como para prometer que los mansos heredarían la tierra.

Elaboró: Delfino Jarquín López, visítanos en: (http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com), hay temas de interés y enlaces inmediatos.

Bibliografía: Anthony Gavin, El fuego refinador, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Octubre-Diciembre de 2007__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Octubre-Diciembre de 2007__Y. Penniecook Tricia, Sebastián Arturo, M. Roca Bernalena, Fletcher Leesa, Beard Kenneth, et al, La fragua del Orfebre, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, el universitario, Octubre-Diciembre de 2007 __ G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Pratiarcas y profetas, Profetas y reyes__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo I, II, III, IV, V, VI, VI - Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007, _ E. Wensell Paul, Vibrantes anécdotas de humor y sabiduría, APIA., 2000.

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