Para el 15 de diciembre de 2007
Lee: 1 Samuel 26; Salmos 37:1-11; Romanos 5:3-5; 15:4, 5.
Descubra y responde, ¿Por qué razones debemos tener paciencia en medio de los crisoles? ¿Qué relación existe entre la paciencia y la esperanza? ¿Cuál es el lugar de la oración, para obtener paciencia?
Memoriza y considera: “Mas el fruto del Espíritu es… paciencia” (Gál. 5:22).
Pensamiento clave: ¿Por qué a veces tenemos que esperar las cosas por tanto tiempo? ¿Qué lecciones podemos aprender acerca de la paciencia mientras estamos en el crisol?
¿Usted ha esperado alguna vez? ¿Quién ha esperado? ¿Cuánto tiempo ha esperado? ¿Por qué ha esperado? ¿Qué virtud se desarrolla al esperar?
Los que cobran en los bancos son tiempo de espera. En las grandes ciudades el tráfico es aglomerado, conviene esperar. Esperar hasta que la luz verde encienda en los semáforos para continuar. Esperar el avión, el autobús, ¿Cuánto tiempo esperas?
Esperar para estudiar y terminar una carrera, esperar para casarse con la chica o el chico que amas, esperar tu turno en una cola para comprar algo, esperar es una conducta aprendida o una virtud, ¿Por qué tenemos que esperar siempre? ¿Qué función tiene el tiempo en la espera? ¿Sabes esperar? ¿Cuánto falta para que amanezca?
Las familias sufren por motivos económicos, falta de empleo y por ende de dinero. ¿Eres un desempleado? ¿Cuánto tiempo tienes que esperar para que te contraten? ¿Cuánto tiempo ha transcurrido ya, mientras esperas la paga por el trabajo realizado?
¿Hasta cuando tenemos que esperar en nuestro sufrimiento? Los enfermos imploran, por favor, ya no más dolor. Ya no lo soporto. ¿Hasta cuando Señor?
· ¿Cuál es el mensaje central de esta lección?
· ¿Cómo aplicarías este mensaje en tu vida?
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber que Dios quiere que tengamos cosas buenas, pero que las tengamos en el momento correcto para nuestro desarrollo espiritual.
· Sentir que la entrega y la sumisión sean hechas en el tiempo de Dios: en otras palabras, tener paciencia.
· Hacer peticiones a Dios para que nos dé la paciencia que no nos viene en forma natural, y a permanecer abiertos a aceptar los tiempos de Dios.
I. LA PACIENCIA VERSUS IMPACIENCIA
· ¿Qué significa paciencia?
¿Cuál es el antídoto de la desesperación?
· ¿Cuáles son las características de una persona paciente?
1. ¿Qué es la paciencia?
“La paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Es la facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho”.
2. ¿Qué significa la paciencia, desde la perspectiva bíblica?
La palabra griega makrothumía, "paciencia", "firmeza", "constancia", "resistencia"; hupomone, "paciencia", "constancia", "fortaleza", "perseverancia", "firmeza".
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La paciencia esta incluida en la lista de las virtudes cristianas (Rom. 5:3, 4; 2 Cor. 6:4; 1 Tim. 6:11; 2 Ped. 1:6; 2 Tim. 3:10).
La paciencia se basa en la esperanza (Rom. 8:24, 25; 1 Tes. 1:3). En vista de que "a través de muchas tribulaciones entraremos en el reino de Dios" (Hech. 14:22), y particularmente por cuanto la entrada en ese reino venidero de gloria involucra un prolongado período de espera, la paciencia o constancia perseverante llega a ser una virtud cristiana cardinal (Heb. 10:36; Sant. 1:3, 4); paciencia que siempre nos recuerda: "Las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Rom. 8:18).
El término "paciencia" aparece dos veces en el Antiguo Testamento: en Job 6:11, cuyo sentido es "prolongar la vida" y en Prov. 25:15 es, "soportar con buen ánimo".
3. ¿Sabes algo… de algunos personajes bíblicos que tuvieron paciencia? (Sant. 5:7-11).
“Hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra. Aguarda con paciencia hasta recibir la lluvia temprana y tardía. Tened también vosotros paciencia, afirmad vuestro corazón, porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos de otros, para que no seáis condenados. Mirad que el Juez está a la puerta. Hermanos míos, tomad por modelo de aflicción y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Consideramos felices a los que soportaron con paciencia. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor. El Señor es muy misericordioso y compasivo” (Sant. 5:7-11).
Noé esperó con paciencia 120 largos años mientras construía el arca y predicaba el mensaje del Diluvio.
David estaba contento en dejar todo en las manos de Dios, y en ninguna forma intentaba determinar el camino que Dios debía seguir. Alegremente puso todos sus planes a los pies de su Maestro, para esperar con paciencia el desarrollo de los misteriosos procedimientos de Dios. Mientras Saúl lo intentaba matarlo.
Job soportó la prueba más atroz y con paciencia nos dejo un legado digno de imitar cuando pasemos en los momentos más difíciles de nuestra vida.
Ezequiel con la muerte de su esposa y sin dejar huella de luto y lágrimas, ¿quién podrá soportar?
Oseas suportó con paciencia su esposa Gomer.
4. ¿Podrías citar algunos hombres o mujeres que actuaron de modo impaciente? ¿Qué lecciones podemos aprender, nosotros que vivimos en el siglo XXI, cuando la vida es agitada, apresurada e impaciente? (1 Sam. 26; Gén. 16:1-3; Núm. 20:10-12; Juec. 14:1-3; Mat. 20:20, 21; Luc. 9:52-56; Hech. 9:1.
Saúl (1 Sam 26)
El triunfo de Elías (1 Reyes 18) e inmediatamente el contraste del desaliento y el temor de Elías (1 Reyes 19:1-9)
Abraham (Gén. 16:1-3)
Moisés hiere la roca (Núm. 20:10-12)
La locura de Sansón por no saber esperar, tomó mujer de los filisteos (Juec. 14:1-3).
El pedido de la madre de los hijos de Zebedeo (Jacobo y Juan). Jesús le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
5. Reflexiona, ¿Practicas la paciencia? ¿Cuál es el remedio si te encuentras desesperado y desalentado? (Rom 15:4,5).
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Rom. 15:4).
La esperanza significa: "confianza", "expectativa", "seguridad", "deseo expectante". En la Biblia estas actitudes se expresan frecuentemente como dirigidas hacia Dios y las cosas celestiales, y afirmadas en ellas.
El salmista, al meditar sobre la incertidumbre y la vanidad de la vida, se dirigía a Dios como la base sólida de su esperanza (Sal. 39:7; 71:5; 146:5) y centraba su expectativa de salvación en Dios (Sal. 119:116).
La venida de Jesús al mundo dio nuevo contenido y forma a la esperanza. El cristiano se salva en la "esperanza" (Rom. 8:24), esperanza que recibimos por gracia (2 Tes. 2:16). Fuera de Cristo no hay esperanza (Efe. 2:12,13), pero Cristo es para el creyente "la esperanza de gloria" (Col. 1:27).
La justificación por la fe produce paz y gozo "en la esperanza de la gloria de Dios" (Rom. 5:1,2). Mediante el Espíritu el cristiano espera "por fe la esperanza de la justicia" (Gál. 5:5). La segunda venida de Cristo es para él la bienaventurada esperanza (Tit. 2:13).
Se dice que la esperanza es una "segura y firme ancla del alma" (He. 6:17-19). Basada en el sólido fundamento de la fe cristiana, imparte valor, entusiasmo, optimismo y gozo. Es un antídoto para la desesperación y el desaliento. Estimula a una actividad plena de propósito, particularmente para el avance del reino de Dios.
II. ¿HASTA CUANDO SEÑOR?
· ¿Cuánto tiempo has esperado para terminar una carrera profesional? Tal vez, veinte años o más.
· ¿Con qué alegría esperas ver un nuevo amanecer? ¿Con cuanta alegría esperas el sábado? ¿Has esperado la venida de Nuestro Señor Jesucristo? ¿Cuál es el lugar de la oración en el desarrollo de la paciencia?
· ¿Qué seguridad nos dan las profecías de tiempo?¿Qué profecías de tiempo conoces?¿Con qué exactitud fueron cumplidas?¿Qué profecías de la Biblia falta por cumplirse?
1. ¿Sabemos esperar y tenemos paciencia en los momentos de tribulación, aflicción y desdenes?
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”(Rom. 5:3-5)
La esperanza de la gloria futura y el paciente sufrimiento de las dificultades actuales van juntos. Jesús lo destacó cuando dijo: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16: 33).
La palabra griega thlípsis significa "presión", "aplastamiento", "opresión", y se ha traducido de diversas formas, como "congojas", "aflicciones". Los cristianos no deben convertirse en fanáticos que se gloríen en el sufrimiento por el sufrimiento mismo; pero sí regocijarse en las aflicciones porque consideran que es un honor sufrir por Cristo, porque comprenden que es una ocasión para testificar del poder de Jesús que los sostiene y los libera, porque saben que el sufrimiento debidamente soportado (Heb. 12: 11) se convierte en un medio de su propia santificación y preparación, y también para ser útiles aquí y en el más allá. Tal vez unas de las razones más contundentes por las cuales debemos esperar dentro del crisol, sería por dar un testimonio viviente a los que nos rodean. El apóstol Pablo que había vivido, sabía perfectamente lo que decía: "la tribulación produce paciencia".
La "paciencia" puede sugerir sólo una resistencia pasiva ante el mal, la tranquila sumisión del alma que se resigna a sufrir, sin embargo; equivale también a una virtud activa, una valiente perseverancia y persistencia que no puede ser conmovida por temor al mal o al peligro. Dos palabras que el cristiano, nunca debe de olvidar mientras el pronto regreso de su Señor, es la "perseverancia" o "resistencia". El “hupomone”, se ha traducido por lo general en el Nuevo Testamento como "perseverar", "soportar" (Mat. 10: 22; 24: 13; Mar. 13: 13; 1 Cor. 13: 7; 2 Tim. 2: 10; Heb. 10: 32; 12: 2, 7; Sant. 1: 12; 5: 11).
2. ¿Qué relación existe entre la paciencia y la esperanza? (Rom. 5: 3-5; 1 Tes. 1: 3).
Las pruebas y las aflicciones que son soportadas pacientemente demuestran que la religión y el carácter de una persona son genuinos. Cuando las pruebas de la tribulación se soportan con paciencia, la fe del cristiano se confirma y purifica, y se engendra una esperanza cada vez más confiada. Lo que en primer lugar fortalece al creyente para soportar las pruebas es su esperanza inicial de compartir la gloria de Dios (Rom. 5:2); y a medida que continúa soportando, va obteniendo una seguridad firme y tranquila. La esperanza y la fe crecen a medida que son probadas y ejercitadas. Por ejemplo, la fe en Cristo que ya existía en los discípulos fue confirmada y aumentada por el milagro que Jesús hizo en Caná (Juan 2: 11).
3. ¿De qué manera soportó Job los crisoles y cómo fue bendecido después? (Job 42:12-17).
La experiencia de Job ilustra la forma en que una severa disciplina del carácter puede fortalecer la fe y la esperanza de un creyente sincero. La Palabra de Dios dice, al respecto: “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas. Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc. Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos. Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Y murió Job viejo y lleno de días” (Job 42:12-17).
Job, el que estuvo tan seguro de encontrarse al borde del sepulcro, vivió casi siglo y medio más. La vida que había parecido arruinada, floreció de nuevo con mayor brillo que antes. Las bendiciones que parecían haberse esfumado para siempre, regresan en forma más maravillosa. Job tuvo de nuevo, propiedad, familia, amigos y buena reputación. Pero aun mayor que estas bendiciones fue el recuerdo de una experiencia en la cual se había encontrado cara a cara con Dios y había aprendido lecciones de más valor que las riquezas materiales. Dios creyó conveniente, en su providencia, compartir estas lecciones con toda la humanidad. Por esto se ha conservado el libro de Job como uno de los grandes legados espirituales del pasado, y del caso de Job podemos hoy aprender lecciones de confianza y fe en Dios.
La esperanza cristiana nunca causa oprobio ni deshonra, porque es una esperanza que se basa en la seguridad de la justificación y es sostenida por la presencia del Espíritu Santo en el corazón del creyente(Rom. 8: 16). Esta esperanza nunca defrauda ni avergüenza. La esperanza del cristiano no se basa en nada que haya en el creyente, sino en la seguridad del inmutable amor de Dios para él. Esta certidumbre del amor de Dios nos induce a su vez a amar al Señor (1 Juan 4: 19) y a nuestros prójimos, y esta experiencia de amor fortalece la confianza y la esperanza para el futuro. El amor de Dios para nosotros es la base de nuestra seguridad de que la esperanza no nos causará la vergüenza de ser defraudados.
III. LA PACIENCIA DE LOS SANTOS
¿Qué significa “deleitarse en Dios”?
¿Cómo podemos deleitarnos en Dios mientras estamos en el crisol?
¿De qué manera se desarrolla la paciencia en la vida de los Santos? ¿Cuáles son las evidencias?
1. Lee: Sal. 37:1-11, ¿Quién escribió este salmo? ¿Por qué lo escribió? ¿Cuáles eran los crisoles que experimentaba el autor? (1 Sam. 26)
“No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad…Confía en Jehová, y haz el bien…Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará…Guarda silencio ante Jehová, y espera en él…Deja la ira, y desecha el enojo…Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra…Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz” (Sal. 37:1-11).
2. ¿Cómo podemos deleitarnos en Dios mientras estamos en el crisol? ¿Cuáles son los antídotos frente a la impaciencia?
No debemos preocuparnos por el aparente triunfo de los impíos (Prov. 24: 19). Como cristianos deberíamos ganar la victoria sobre la impaciencia, porque al impacientarnos perdemos la perspectiva de las cosas y la claridad de visión. Más aún cuando nos enojamos con el pecador, no podemos ayudarlo; y además, nos ponemos de parte del error. Los mejores antídotos para la impaciencia son la confianza en Dios y hallarse siempre ocupado en lo que tiene valor ante Dios y para el prójimo.
Cuatro reglas para mantener la paz mental en los momentos de crisol:
(a) Confiar en Dios.
(b) Mantenerse ocupado haciendo el bien.
(c) Vivir tranquilamente en el lugar donde Dios nos sitúe.
(d) Buscar la fidelidad de Dios.
Si escogemos y amamos lo que Dios ama, nos gozaremos en nuestros deseos o peticiones. Con referencia a la identificación de nuestros pensamientos y nuestras metas con los planes que Dios tiene para nosotros (DTG 621).
Si confiamos en Dios cuando se nos calumnia, él hará que las nubes se disipen a fin de que nuestro verdadero carácter, nuestros verdaderos motivos, sean tan claros como la luz del sol a mediodía (Jer. 51: 10)
Si guardáramos silencio podríamos oír en la quietud la voz de Dios que nos habla para aquietarnos.
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”(Sal 27:1).
“Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová” (Sal. 27:14).
3. ¿Cómo podemos deleitarnos en el Señor mientras experimentamos el crisol de las pruebas? ¿Puedes encontrar delicias al obedecer a Dios? ¿Qué significa obedecer a Dios? ¿Hay un día de delicias para el cristiano, ahora mismo?
Entonces la paciencia significa esperar en Dios, aun en medio de los crisoles. La paciencia, significa tener fe y confianza en Dios esperando que sus promesas sean cumplidas en nuestras vidas. La fe es estar seguros de lo que esperamos, y ciertos de lo que no vemos. La fe es creer con todo nuestro corazón que Dios nos ama, que nos cuida y que tiene en cuenta nuestros mejores intereses. La fe es confiar plenamente en Dios. El cristiano considera por fe que ya posee lo que le ha sido prometido. Su plena confianza en Aquel que ha hecho las promesas no deja lugar para incertidumbre alguna en cuanto a su cumplimiento a su debido tiempo.
Por lo tanto, la fe capacita al cristiano no sólo para pedir las bendiciones prometidas sino para recibirlas y disfrutar de ellas ahora mismo. La herencia prometida se convierte de ese modo en una posesión presente. Los bienes venideros no dejan de ser sólo un sueño que se cumplirá en el futuro, sino vivientes realidades presentes. Para el ojo de la fe se hace visible lo que de otra manera es invisible. La palabra de Dios describe: "¡Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los Mandamientos de Dios y la fe de Jesús!"(Apoc. 14:12).
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal” (Sal. 19:7-10).
Nombre de la ley Su naturaleza Sus efectos
Ley Perfecta Convierte
Testimonio Fiel Hace sabio
Mandamientos Rectos Alegran
Precepto Puro Alumbra
Temor Limpio Permanece
Juicios Verdad Justos
4. ¿Por qué la prueba produce paciencia? (Sant. 1: 3, 4).
“Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Sant. 1: 3, 4).
“Acudan a Cristo tal como son, débiles, desvalidos y condenados a morir. Entréguense completamente a su misericordia. No hay ninguna dificultad interna o externa que no pueda ser vencida con su fuerza. Algunos tienen temperamentos irascibles; pero Aquel que calmó el borrascoso mar de Galilea puede decir al corazón, si se arrepiente, "calla, enmudece". No hay naturaleza que Cristo no pueda dominar, temperamento tan tormentoso que no pueda sojuzgar, si el corazón se ha rendido a su cuidado. Nadie que haya entregado su alma a Cristo necesita desalentarse. Tenemos un Salvador todopoderoso. Mirando a Cristo, autor y consumador de nuestra fe, podemos decir: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza" (Sal. 46: 1-3). En la vida futura comprenderemos cosas que aquí nos confunden grandemente. Nos daremos cuenta de la gran fuerza de nuestro adversario, y de cómo los ángeles de Dios fueron comisionados para guardarnos mientras seguíamos el consejo de la Palabra de Dios. Cristo nos dice que nuestro mar no siempre será tranquilo. Tendremos tribulación. Esto es parte de nuestra educación, necesaria para la formación de un carácter fuerte y equilibrado” (Alza tus ojos, p.320)
5. ¿De qué manera la paciencia está vinculada con virtudes espirituales como la fe y la confianza?
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús” (Rom. 15:4,5)
Las Escrituras inspiran esperanza en aquellos que soportan el sufrimiento por causa de Dios y de sus prójimos. La fortaleza que el cristiano puede demostrar y el consuelo que recibe en su aflicción, confirman y fortalecen esa esperanza.
“Como pueblo estamos esperando que nuestro Señor venga en las nubes de los cielos con poder y gran gloria. Con qué cuidado deberíamos examinarnos a nosotros mismos para ver si estamos en la fe. Pareciera que hubiese neblina delante de los ojos de muchos que no pueden realmente discernir las cosas espirituales y las obras de Satanás, que amenazan atraparnos y destruirnos. Los cristianos no serán esclavos de las pasiones; serán controlados por el Espíritu de Cristo. Cuando estén perplejos no perderán la paciencia, la fe y la esperanza. Hasta ahora el Señor Jesús nos ayudó a superar los peligros, las dificultades abrumadoras y las perplejidades, y El puede ayudarnos en nuestras aflicciones presentes” (Alza tus ojos, p. 281)
6. ¿Por qué muchos dejan los deleites divinos a cambio de los deleites mundanos? (2 Tim. 3:1-5).
"En los postreros días vendrán tiempos peligrosos: que habrá hombres amadores de si mismos... amadores de los deleites más que de Dios; teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella". Absortos en sus negocios y en los deleites mundanos, los contemporáneos de Noé "no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó a todos." (Mat. 24: 39.) Las advertencias celestiales les fueron dirigidas, pero rehusaron escuchar. Asimismo hoy el mundo, sin prestar atención alguna a las amonestaciones de Dios, se precipita hacia la ruina eterna. Cuanta gente ha escuchado y aceptado el mensaje del tercer ángel, muchos han creído que la Segunda de Venida de Cristo esta cerca y hasta han aceptado a Jesús como su Salvador personal, pero, ¿Cuántos han perseverado esperando el glorioso amanecer? Realmente, ¿Se deleitaron en las cosas sagradas? ¿Se dieron gusto de albar el nombre de Dios? ¿Encontraron placer estar en la presencia de Dios? ¿Se deleitaron exquisitamente cuando las pruebas llegaron? ¿Dónde se encuentran en estos momentos? Tal vez, como dijera el apóstol Pedro: “Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo Mandamiento que les fue dado. Les sucede lo del proverbio tan cierto: "El perro se volvió a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el lodo"” (2 Ped. 2:21,22). Cuando el hombre retorna a sus malos caminos, se le compara como un perro. El nombre "perro" describe a los que son desvergonzados, descarados, perversos, murmuradores, descontentos y peleadores. La puerca no es un proverbio bíblico, pero pudo haber sido común en los círculos judaicos de los días de Pedro. Es una figura, se usa para describir al cristiano que ha sido limpiado de las contaminaciones del mundo, pero que apóstata y vuelve a ensuciarse una vez más con las impurezas morales de las cuales había sido rescatado por poder del Evangelio. Una cosa debe quedar claro, los que han conocido el evangelio, jamás se quedan en el mismo lugar que cuando escucharon y aceptaron el mensaje de las buenas nuevas de salvación, o son mejores o peores.
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) hermano(a): ¿Qué significa tener paciencia? ¿Podrías dar ejemplos que ocurren en la vida cotidiana que necesitamos esperar? ¿De qué manera practicamos la paciencia? Como cristianos, ¿realmente somos pacientes? ¿Cuáles son las evidencias? ¿Tenéis paciencia en los momentos difíciles? ¿Cuándo el alimento escasea? ¿Cuándo el desempleo os aprecia? ¿Cuándo las cosas no van muy bien el matrimonio? ¿Cuándo todas las cosas parece oscuro y turbio? ¿Cómo reaccionamos ante los embates de la vida y mayormente cuando la vida nos trae sorpresas? ¿De qué manera podemos encontrar un equilibrio entre las cosas pasajeras y eternas? ¿Vuestra vida depende completamente de Jesús o simplemente es hojarasca que con un poco de viento es llevado a la ruina y la desesperación? ¿Has orado sin cesar?
Reflexiona conmigo el siguiente texto: “La vida cristiana no consiste meramente en el ejercicio de la humildad, la paciencia, la mansedumbre y la bondad. Uno puede poseer estos preciosos y amables rasgos, y sin embargo faltarle nervio y espíritu, y puede ser casi inútil cuando la obra es difícil. A tales personas les falta una actitud positiva, energía, solidez y fortaleza de carácter que las capacitarían para resistir el mal y las convertirían en un poder en la causa de Dios.
No importa cuán completa haya sido nuestra consagración cuando nos convertimos, no nos valdrá de nada a menos que la renovemos diariamente pero una consagración que abarca realmente lo presente es fresca, genuina y aceptable a Dios. No tenemos semanas y meses para estar a los pies del Señor, mañana no es nuestro, porque no lo hemos recibido todavía, pero hoy podemos trabajar para Jesús” (A fin de conocerle, p158).
Ore conmigo, por favor…“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Heb. 12: 1)...Feliz sábadoRESUMEN
Aunque la paciencia es crucial en la vida espiritual, es una de las virtudes más difíciles, no solo para desarrollar, sino también para querer tener. Pero la idea de que las cosas buenas vienen a quienes esperan – específicamente, en Dios – no es meramente una frase gastada.
Elaboró: Delfino Jarquín López, visítanos en: (www.vivafeliz.es.tl); (http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com), hay temas de interés y enlaces inmediatos.
Bibliografía: Anthony Gavin, El fuego refinador, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Octubre-Diciembre de 2007__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Octubre-Diciembre de 2007__Y. Penniecook Tricia, Sebastián Arturo, M. Roca Bernalena, Fletcher Leesa, Beard Kenneth, et al, La fragua del Orfebre, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, el universitario, Octubre-Diciembre de 2007 __ G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Pratiarcas y profetas, Profetas y reyes__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo I, II, III, IV, V, VI, VI - Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007, _ E. Wensell Paul, Vibrantes anécdotas de humor y sabiduría, APIA., 2000.
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