Lección 10: El discipulado bajo presión
Para el 8 de marzo de 2008
Lee: 1 Reyes 18; Mateo 26:56; Lucas 9:51-56; Juan 6:1-15; 12:1-6; 18:1-11; 21:15-19.
Descubre: ¿Qué clase de discípulo eres cuando estás sintiendo el peso de la vida sobre tus hombros? De acuerdo la historia de los evangelios, ¿Dónde vemos a Jesús bajo presión? ¿En qué momentos de la vida del discipulado se encuentra bajo presión?
Memoriza y considera: “Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán? (Jer. 12:5).
Pensamiento clave: ¿Qué advertencia deberíamos considerar de la lucha que tenían los discípulos para tener poder político? ¿Qué lecciones nos enseña la vida de Judas a nosotros? ¿Qué había detrás de la disposición de Santiago y de Juan de destruir a los que rechazaban a Jesús? ¿Qué lecciones podemos obtener del apresuramiento y el arrepentimiento de Pedro? ¿Por qué, después de haber visto tanto tiempo a Jesús, todos los discípulos lo abandonaron en la hora de su mayor necesidad?
Nadie vive una vida sin presiones. Todos afrontamos decisiones y responsabilidades que nos abruman. ¿Qué cosas en la vida nos causan alta presión?
· Cuando afrontamos un problema de salud.
· Cuando experimentamos problemas en el matrimonio.
· Cuando estamos preocupados por los niños.
· Cuando estamos bajo presión en el trabajo, o buscamos empleo.
· Cuando estamos deprimidos o desanimados.
· Cuando tenemos incertidumbre acerca del futuro.
· Cuando tenemos que hacer una decisión grande.
· Cuando hemos perdido a un ser amado por la muerte
· Cuando nos parece que Dios está distante.
Dios le pide a Jeremías que compare sus insignificantes tristezas con las dificultades mayores de otros o con las adversidades más intensas que le habrían de sobrevenir. “Si corriste con los de a pie con los de a pie, y te cansaron”. Esta figura representa las vicisitudes comunes de la vida en comparación con "los caballos" o jinetes, símbolo de las aflicciones más difíciles. Era de esperar que un hombre común se mantuviera a la par de sus prójimos; pero si se cansaba de correr con los de a pie, ¿cómo podría hacer frente a la tarea más difícil de marchar con el paso de los jinetes? Haríamos bien en prestar atención a la lección que se le enseñó al profeta de antaño. Si descuidamos las tareas insignificantes de la vida, ¿cómo podremos emprender las mayores responsabilidades que pueden correspondernos? Si sucumbimos ante las pequeñas tentaciones del ajetreo diario, ¿cómo podremos hacer frente a las terribles tribulaciones que nos sobrevendrán en el futuro? Si no podemos hacer frente a las situaciones del presente con fe y confianza, ¿cómo podremos soportar las casi intolerables dificultades y los engaños casi irresistibles que se presentarán durante el "tiempo de angustia"? (CS 679-680).
· ¿Cuál es el mensaje central de esta lección?
· ¿Cómo aplicarías este mensaje en tu vida?
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber que el poder religioso no debe ser mal usado.
· Sentir y cultivar la misericordia hacia los que hacen mal sin condonar sus creencias.
· Hacer la decisión de eliminar actitudes de juzgar a otros.
I. PRESIONES DE LAS AUTORIDADES
· ¿Cuáles son diversos peligros que pueden estar involucrados en el abuso de poder de la religión?
· ¿En qué momento la fe religiosa puede ser una herramienta muy poderosa, ya sea para el bien o para el mal?
· ¿Por qué algunos gobiernos reprimen la religión entre el pueblo?
1. ¿Qué advertencia deberíamos considerar de la lucha que tenían los discípulos para tener poder político?
“Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo” (Juan 6:1-15).
La gente a quien Jesús acababa de alimentar y que se había convencido de que él era el Mesías. Su renuencia a procurar la realeza tan sólo aumentó la avidez de la gente en hacerlo rey, y evidentemente se hizo general la convicción de que tenían que apoderarse de él rápidamente para proclamarlo rey. Sin duda, razonaban que una vez que lo hubieran proclamado como monarca, tendría que defender lo que ellos pretendían de él. Como se aproximaba la pascua, tal vez intentaban presentarlo ante las multitudes que pronto se congregarían en Jerusalén.
· En vista del deseo demostrado más tarde por los discípulos para el establecimiento inmediato de un reino terrenal (Mar. 10: 35-40; Luc. 24: 19-21), es razonable concluir de que ellos animaban a la turba para que forzara a Jesús a hacer valer sus derechos reales (DTG 340; Juan 6: 64-65).
· El hecho de que Jesús se retirara solo, cuando antes de que viniera la multitud había llevado a sus discípulos consigo para meditar y descansar, es una indicación más de que ellos mismos no entendían el propósito de Cristo al rehusar la realeza (Mat. 14: 22). Ese día, que había comenzado como un día de descanso con sus discípulos después de la gira por Galilea, se había convertido más bien en un momento crucial del ministerio de Jesús, y su terminación lo encontró incomprendido y completamente solo (Mat. 14: 23).
· Una vez más Jesús venció la misma tentación con que Satanás lo había acosado en el desierto: la tentación de vender la naturaleza espiritual de su reino por la gloria mundana.
· Una vez más había tratado de mostrar a sus seguidores, quienes eran lentos para entender, que su reino no era "de este mundo" (Juan 18: 36), sino un reino de gracia (Mat. 5: 3, 10; 13: 18-52), un reino espiritual en el que entran los creyentes mediante la experiencia del nuevo nacimiento (Juan 3: 3). Sólo "a la final trompeta" el reino de la gracia se transformará en el reino de la gloria (1 Cor. 15: 51-57; Mat. 4: 17; 5: 2).
II. PRESIONES DE LOS FANATICOS RELIGIOSOS
· ¿Cuáles son algunas actitudes piadosas propias del discipulado, aún bajo presión?
· ¿Cuán inclinado estás a juzgar a los que consideras equivocados y desviados?
· ¿De que manera mostramos la gracia y la misericordia de Dios en aquellas personas, que muchas veces pasamos por alto sus vidas y creencias?
1. ¿Sabes algo de Jacobo y Juan? ¿Quiénes eran? (Lucas 9:51-56)
“Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea” (Lucas 9:51-56)
2. ¿Qué lecciones podemos aprender de los hijos de Zebedeo? ¿Por qué el Señor Jesús los llamó hijos del trueno?
· Los "hijos del trueno", que Jesús aplicó a Jacobo y Juan (Mar. 3:17), evidentemente los caracterizaba como de una disposición naturalmente impetuosa, rápida para ofenderse (Luc. 9:54, 55) y para ofender a otros (Mar. 10:41).
· En el último viaje desde Galilea, Jacobo y Juan, molestos por la hostilidad abierta de ciertas poblaciones samaritanas que rehusaron dar hospitalidad a Jesús y a sus discípulos, propusieron la destrucción de una aldea por fuego, y Jesús los reprendió (Luc. 9:51-56).
3. ¿Qué había detrás de la disposición de Santiago y de Juan de destruir a los que rechazaban a Jesús?
· El espíritu manifestado por Jacobo y Juan era completamente ajeno al espíritu de Cristo, y su resultado sólo podía ser un estorbo para la obra del Evangelio. Jesús había advertido poco antes a los discípulos que no impidieran la obra de quienes simpatizaban con él (Luc. 49-50); y en esta ocasión les aconseja que no deben castigar a quienes no muestren simpatía. El espíritu de venganza no es el espíritu de Cristo. Todo intento de obligar por la fuerza a quienes actúan contra nuestras ideas, es una demostración del espíritu de Satanás, y no de Cristo (DTG 451). El espíritu de fanatismo y de intolerancia religiosa es ofensivo a la vista de Dios, especialmente cuando es manifestado por quienes afirman que le aman y le sirven.
· Con Pedro, Juan y Andrés, Jacobo estuvo en el Monte de los Olivos durante el discurso del Salvador acerca de las señales de su venida, y en el Jardín de Getsemaní la noche de la traición de Jesús. Además de estos casos en que se lo menciona por nombre, se supone su presencia en las demás ocasiones en que se alude a los Doce como grupo. Jacobo fue el primero de los Doce en sufrir el martirio, pues fue asesinado (decapitado) por Herodes Agripa I (44 d.C.), no mucho antes de la muerte del rey (Hech. 12:1, 2). De este modo, Jacobo bebió figuradamente la copa que él y Juan una vez, imprudentemente, dijeron que eran capaces de tomar (Mar. 10:39).
“¡Qué lección para aquellos que están encendidos de celo religioso y dispuesto a hacer sufrir a aquellos cuyas creencias no están de acuerdo con las suyas! ¡Qué reproche para quienes son rápidos en proferir palabras duras y manifestar un espíritu condenatorio hacia aquellos que tienen ideas que no están en armonía con sus teorías!”(DTG 451)
III. PRESIONES FINANCIERAS
· ¿Qué lecciones podemos aprender del acto de María?
· ¿Realmente, Judas estaba preocupado por los pobres?
· ¿Cuál es la raíz de todos los males?
· ¿Por qué Judas entregó al Maestro?
“Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella”(Juan 12:1-6)
1. Si Judas era un ladrón e hipócrita, ¿Por qué el Señor Jesús le permitió permanecer entre los discípulos?
· En Mateo 26: 7 y Marcos 14: 3, se registra, que el perfume fue derramado sobre la cabeza. Sin duda, María hizo ambas cosas, y cada escritor evangélico nos informa sólo de una. Lucas, al igual que Juan, menciona el ungüento de los pies (Luc. 7: 38).
· El acto no podía ocultarse. El penetrante perfume llenó la habitación y llamó la atención a lo que había hecho María.
· Mateo afirma que "los discípulos se enojaron" (Mat. 26: 8). La crítica se originó en Judas, pero cundió entre los otros discípulos.
· Judas sustraía es decir es hurtaba.
2. ¿Qué lecciones nos enseña la vida de Judas a nosotros?
“Hasta ese momento los discípulos no sabían que Judas era ladrón; lo supieron después. Aunque había estado con Cristo durante su ministerio, su avaricia no había sido curada; por el contrario, la seguía considerando como un precioso tesoro. Las lecciones de Cristo acerca de la abnegación no habían sido atendidas y su amor por el dinero lo llevaba a idolatrar la bolsa confiada a su cuidado para atender las necesidades de los pobres y de la iglesia. ¿Por qué, entonces, siendo que Cristo conocía el punto oscuro en el corazón de Judas, le permitió permanecer entre los discípulos? ¿Por qué, si sabía que era deshonesto y avaro, le fue confiada la bolsa? El Señor permite que los que están en posiciones de confianza permanezcan en sus puestos para que su corazón sea probado y su carácter expuesto. Entonces se revelarán los defectos y las tendencias a actuar incorrectamente; las circunstancias revelarán la corrupción interior de aquel que acaricia un espíritu avaro y codicioso” (Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Enero-Marzo de 2008, p. 85)
IV. PRESIONES DE LAS PANDILLAS
· ¿Cómo reaccionas cuando eres presionado por una multitud?
1. ¿Por qué Pedro negó al Maestro?
“Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos. Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos. Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas. Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra. Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron”(Juan 18:1-12).
2. ¿Qué hizo el Señor Jesús por ti y por mi? ¿Creemos realmente en el señor Jesús?¿Cuál es tu testimonio?¿Cuáles son las evidencias?¿Cómo debes de actuar a partir del momento que él ha transformado tu vida?
En todo el relato resalta la forma voluntaria en que se entregó Jesús. No murió porque no podía evitar la muerte, ni sufrió porque no podía escapar al sufrimiento. Todos los soldados de la guarnición romana no podrían haber dañado ni un cabello de su cabeza sin el permiso divino.
· Nos resulta imposible comprender la profunda tristeza y el misterioso dolor que oprimían a Jesús cuando entró en el huerto de Getsemaní.
· La extraña tristeza que le sobrevino dejó perplejos a los discípulos. Aquí estaba el divino y humano Hijo de Dios, Hijo del hombre (Mat. 1: 1; Mar. 2: 10; Luc. 1: 35), sufriendo tal angustia cual jamás habían visto.
· En parte, el sufrimiento era físico, pero esto era sólo el reflejo visible del infinito sufrimiento de Cristo como portador de los pecados del mundo.
· Es imposible que, como seres pecadores, comprendamos la intensidad de la angustia que experimentó el Salvador al llevar el peso de los pecados del mundo (Luc. 22: 43).
En vez de esconderse o procurar escapar de la turba que estaba a punto de prenderlo, Jesús le salió al encuentro. Podría no haberse retirado a un lugar donde Judas sabía que solía ir (Luc. 22: 39; Juan 18: 2; Mat. 26:36; DTG 636, 663), o podría haberse marchado antes de que llegaran sus enemigos. Pero no se fue, ni siquiera cuando escuchó los pasos que se acercaban.
3. ¿De que manera Judas entrego al Señor Jesús?
El traidor sabía dónde encontrar a Jesús (Juan 18: 2). Se habían hecho los arreglos para prender a Jesús "en uno de los lugares donde se retiraba a meditar y orar" (DTG 663) y el huerto de Getsemaní era uno de los lugares donde solía ir con esos propósitos. Algunas veces había pasado allí la noche (Luc. 21: 37; DTG 637). La misión de Judas era conducir a los gobernantes hasta Jesús cuando estuviera en un sitio tranquilo y apartado, y allí identificarlo ante sus captores (Hech. 1: 16).
Entre esa variada multitud estaba el sumo sacerdote, acompañado por diferentes dirigentes judíos , por algunos fariseos (Juan 18: 3), por los alguaciles del templo, también judíos (Juan 18: 12), y por un destacamento de soldados romanos. Además, se encontraba allí una turba, formada en parte por rufianes del populacho, llamaríamos hoy, “pandillas”, que habían venido quizá para presenciar algo emocionante (DTG 643-645).
El ángel que hacía pocos momentos había sostenido al Salvador cuando éste cayó a tierra en agonía (Luc. 22: 43), se interpuso visiblemente entre ellos y Cristo (DTG 643). Parecería que el propósito de esta manifestación del poder y de la gloria de Dios era el de demostrar a quienes habían venido a prender a Jesús, que lo que estaban por hacer había merecido la desaprobación del cielo. Estaban luchando contra Dios. La turba vio una segunda revelación del poder divino cuando Jesús sanó la oreja de Malco (Luc. 22: 51; Juan 18: 10).
4. ¿Quién era Pedro? ¿Cuáles son las características de su personalidad y de su carácter? Mateo 26:69-75
En Cesarea de Filipo Pedro fue el primero en confesar abiertamente que Jesús era el Cristo, el Hijo de Dios (Mat. 16:16), pero también fue el primero en criticarlo (Mat. 16:22, 23). En la última Cena tuvo dudas de si debía permitir que Jesús le lavara los pies, pero cuando se dio cuenta de que ese acto era esencial para el discipulado, con entusiasmo pidió que le lavara no sólo los pies sino también las manos y la cabeza (Juan. 13:8, 9).
La noche de la traición fue el más enfático en profesar lealtad al Salvador (Mat. 26:33), pero también el primero en negar a su Maestro y confirmar su triple negación con un juramento (Mat. 26:69-74). Al darse cuenta, demasiado tarde, de lo que había hecho. "saliendo fuera, lloró amargamente" (Mat. 26:75). Luego de la resurrección, Pedro fue el primero de los Doce a quien Cristo se le apareció (Luc. 24:34; 1 Cor. 15:5); y una mañana temprano, cuando Jesús se encontró con sus discípulos a orillas del Mar de Galilea. Pedro fue el primero que nadó hacia la costa para saludar al Maestro (Juan. 21:7). En esa ocasión Jesús le dio a Pedro una triple oportunidad de confesar su fe y amor, y eliminar así cualquier duda en la mente de sus condiscípulos acerca de su lealtad (Juan 21:15-17). Después predijo su muerte como mártir (Juan 21:18, 19), y pocos momentos más tarde reprendió su curiosidad con respecto a la suerte de Juan (Juan 21:21-24).
· Pedro había interpretado mal las palabras de Jesús, y pensó que el Maestro quería que los discípulos emplearan armas para defenderse (Luc. 22: 38).
· El erróneo celo que Pedro manifestó en esta ocasión sirve de advertencia para los testigos de Dios de hoy, a fin de que no procedan drásticamente y sin pensar apoyando lo que, en el momento, les parezca que es en favor del reino de los cielos.
· Es probable que Pedro hubiera tenido la intención de decapitarlo. Quizá una mano invisible desvió el golpe. Sólo Lucas registra la milagrosa restauración de la oreja cortada ( Luc. 22: 51).
5. ¿Qué lecciones podemos obtener del apresuramiento de Pedro?
· “Mete tu espada en la vaina”. Estas palabras de Jesús dejan bien en claro que su declaración en (Luc. 22: 36) no debía comprenderse como una autorización para usar la fuerza en defensa del reino de Dios. Durante su juicio, Jesús dijo: “Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían" (Juan 18: 36). Sólo cuando los cristianos erróneamente piensan que el reino de Cristo pertenece a este mundo, recurren a la fuerza para defender lo que consideran que son los intereses de ese reino. Los dirigentes de los judíos podrían haber interpretado fácilmente que el acto arrebatado de Pedro demostraba que Jesús y sus discípulos eran una banda de peligrosos revolucionarios, y esa acusación podría haberse empleado como una prueba válida de que Jesús merecía ser ajusticiado. Pero hasta donde se sepa, nada se dijo acerca de este desafortunado episodio. De no haber ocurrido la inmediata y milagrosa curación, podría haber sido diferente la historia.
V. PRESIONES DE LOS COMPAÑEROS
· ¿Has fallado a Dios en los momentos difíciles, cuando eres presionado por la gente que te rodea? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?
“Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron” (Mateo 26:56)
1. ¿Por qué, después de haber visto tanto tiempo a Jesús, todos los discípulos lo abandonaron en la hora de su mayor necesidad?
Jesús pidió que no molestaran a los discípulos (Juan 18: 8). Los sacerdotes y ancianos habían prometido no estorbar a los seguidores de Jesús (DTG 690).
· Los discípulos permanecieron con Jesús hasta que fue evidente que no tenía intención de librarse de la turba.
· Si él no se resistía ¿qué esperanza podía haber para ellos? No estaban dispuestos a someterse al terrible trance por el cual Jesús estaba a punto de pasar.
· Fue Pedro, el discípulo que en forma más vehemente había hecho alardes de su lealtad (Mat. 26: 33-35), quien propuso a los otros que se salvaran (DTG 646).
· Todos los discípulos habían abandonado a Jesús cuando se hizo evidente que él no se resistiría. Pero Pedro y Juan recuperaron la serenidad (Juan 18: 15; Mat. 26:58), por lo menos en parte, y siguieron a la turba hasta el palacio del sumo sacerdote. Evidentemente los otros fueron menos temerarios.
VI. PRESIONES DE PARTE DE UNA VOCECITA
1. Jesús le pregunto a Pedro tres veces a Simón Pedro si lo amaba, ahora, ¿Estaba realmente preparado?
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme” (Juan 21:15-19)
2. ¿Qué lecciones podemos aprender del arrepentimiento de Pedro?
Es posible que las tres preguntas de Jesús se relacionaran con las tres negaciones de Pedro. Tres veces el apóstol había negado a su Señor; ahora se le daba la oportunidad de confesarlo tres veces.
· Los corderos representaban a los que eran nuevos en la fe. Más tarde Pedro comparó a los ancianos de la iglesia con pastores y llamó "grey" a aquellos que debían ser alimentados (1 Ped. 5: 14). Los ministros de Dios son pastores que sirven a las órdenes del Pastor Supremo.
· La diferencia de significado entre "apacentar" y "pastorear" es muy pequeña en nuestro idioma. El primero de los verbos se refiere más al hecho de dar pasto a los ganados. El segundo también da esa idea, pero le añade el cuidado general que debe tenerse de ellos.
· Es muy posible que ambas palabras se usen en este pasaje del Nuevo Testamento como sinónimos o, por lo menos, como términos casi equivalentes. La responsabilidad de Pedro como pastor se hace resaltar más y se amplía. Si los "corderos" eran las personas nuevas en la fe, las "ovejas" sería un término general para referirse a todo el ganado o grey. A pesar de su fracaso, no se depuso a Pedro de su ministerio como "pescador" de hombres (Luc. 5: 10).
· Pedro sabía que había dado motivos a otros para que dudaran de su amor por su Maestro. Las repetidas preguntas le recordaron vívidamente las veces que negó vergonzosamente a su Maestro, y, como incisivos dardos, deben haberle herido el corazón.
3. ¿Cuán presionado estuvo el apóstol Pedro, tras las tres preguntas que le hizo el Señor Jesús? ¿Me amas?
· La tercera vez Pedro omitió el "sí". Estaba en aprietos y bajo presiones, recurrió al ojo que todo lo ve, que leía los secretos más íntimos de su vida y dijo simplemente, “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo”. El Señor Jesús repite la orden, “apacienta mis ovejas”.
· Pedro había demostrado que estaba plenamente arrepentido. Su corazón enternecido estaba lleno de amor. Ahora sí podía confiársele la grey
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) amigo(a), hermano(a): ¿Qué función tiene los ojos? ¿Cómo observas a los demás? ¿Con ojos tiernos y lleno de amor? ¿De qué manera podemos observar a la gente que nos rodea mediante los ojos de Dios?¿Cómo podemos mantenernos firmes en nuestras creencias en medio de un mundo que nos desaprueba?¿Podrías especificar tres formas para discipular?¿Te sientes presionado por alguien que tiene autoridad sobre ti?¿Por qué?
Reflexiona conmigo el siguiente texto: “El mayor servicio que podemos prestar a Dios, y que reflejará permanentes rayos de luz sobre la senda de otros, es ser pacientes, bondadosos, firmes en los principios como una roca, temerosos de Dios. Esto nos hará la sal de la tierra, la luz del mundo. Con frecuencia estaremos chasqueados, porque no hallaremos la perfección en los que se relacionan con nosotros, y ellos no verán perfección en nosotros. Sólo mediante esfuerzos agonizantes de nuestra parte llegaremos a ser abnegados, humildes, semejantes a niños, dóciles, mansos y humildes de corazón, como nuestro divino Señor. Debemos elevar nuestro corazón y mente a un elevado plano de educación en las cosas espirituales y celestiales”(A fin de conocerle, p. 188)
Ore conmigo, por favor… “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”(Col. 3:15).…Feliz sábado
RESUMEN: Nuestra primera obra, como discípulos, es llevar a las personas ante la misericordia de Jesús y dejar a él que juzgue los corazones.
Elaboró: Delfino Jarquín López, Si usted gusta toda la versión haga clic en: http://www.pmministries.com/CEES/2008/ES1/Index.html; www.vivafeliz.es.tl; http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com; www.adventistas.com.mx, temas de interés y enlaces inmediatos.
Bibliografía: Melbourne Bertram, El discipulado cristiano, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Enero-Marzo de 2008__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Enero-Marzo de 2008__G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Servicio Cristiano Eficaz__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo V- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007, _ Martín Carlos, Como trastornar al mundo, ACES, 2000__De la Cruz Misael, Discipulado en los pasos de Jesús, Segundo Diplomado teológico, Universidad de Linda Vista, 2007__Burrill Russell, Reavivamiento del discipulado, APIA, 2007__Ariyaratnam Indrani, Escasa Malou, Abdool Karen, Acevedo Wanda, K Julene, et al, Jesús: un don único, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, El universitario, Enero-Marzo de 2008.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.
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