5/24/2008

Leccion No. 08 La intensidad de su caminar

Lección 8: La intensidad de su caminar
Para el 24 de mayo de 2008
http://groups.google.com.mx/group/fino2008escuelasabatica

Lee: Mateo 4:4; Lucas 2:40; 6:12; Juan 4:34; Juan 17; 1 Juan 2:6.

Descubre: ¿Cuál es el secreto para depender totalmente de Dios? ¿De manera podemos ser guiado, dirigidos y fortalecidos durante los momentos difíciles? ¿Por qué cosas debemos de orar siempre? ¿Qué importancia tiene la testificación en nuestro caminar con Dios?

Memoriza y considera: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6).
Pensamiento clave: “Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales. Y, mientras nos espaciemos así en su gran sacrificio por nosotros, nuestra confianza en él será más constante, se reavivará nuestro amor y quedaremos más imbuídos de su Espíritu” (DTG 63).
La Majestad del cielo, mientras realizaba su ministerio terrenal, a menudo estaba en ferviente oración. Frecuentemente pasaba así toda la noche. Su espíritu se entristecía al experimentar el poder de las tinieblas de este mundo, y entonces se alejaba de la activa ciudad y la bulliciosa muchedumbre para buscar un lugar retirado para orar a su Padre. El Monte de las Olivas era el retiro favorito del Hijo de Dios. Con frecuencia, después de que las multitudes se apartaban de él para disfrutar del descanso de la noche, él no reposaba aunque estaba cansado con las tareas diarias. Cuando la ciudad estaba envuelta por el silencio y sus discípulos se habían retirado a buscar refrigerio en el sueño, sus ruegos divinos ascendían a su Padre desde el Monte de las Olivas, para que los discípulos recibieran protección contra las influencias malignas que encontrarían diariamente en el mundo, y que su propia alma se fortaleciera y vigorizara para realizar los deberes y soportar las pruebas del día siguiente. Toda la noche, mientras sus seguidores dormían, el Maestro divino oraba, mientras el rocío y la escarcha de la noche caían sobre su cabeza inclinada. El ejemplo de Cristo ha quedado registrado para sus seguidores. Jesús mismo fue una fuente de bendición y fortaleza: podía sanar a los enfermos y resucitar a los muertos; aun mandaba a la tempestad, y ésta le obedecía; la corrupción no lo contaminaba, y permanecía ajeno al pecado. Sin embargo, tuvo que soportar una agonía que requería la ayuda y el sostén de su Padre, y a menudo oraba con fuertes exclamaciones y lágrimas. Oraba por sus discípulos y por él mismo, identificándose así con las necesidades, las flaquezas y las tentaciones que son comunes a la humanidad.

Cristo vino al mundo para proporcionar un camino mediante el que pudiéramos hallar gracia y fortaleza para el tiempo de necesidad, al seguir su ejemplo orando fervorosa y frecuentemente. (A fin de conocerle p. 261).
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber que el poder de Jesús para vencer la tentación provenía de su intimidad con el Padre.
· Sentir que un deseo de pasar mucho tiempo en oración cada día, y cultivar ese deseo.
· Hacer todo esfuerzo para desarrollar una conexión estrecha con Dios.
I. LOS PRIMEROS AÑOS
“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él” (Luc. 2:40)

Este pasaje describe la niñez de Jesús, hasta que tuvo 12 años (Luc 2: 42), así como en Luc. 2:51-52 describen su adolescencia y juventud. El desarrollo de la naturaleza humana y de la personalidad de Jesucristo siguió en forma normal, salvo que nunca cedió al pecado. Vivió dentro á el círculo familiar como lo haría cualquier niño y como cualquier joven normal. Pasó a través de los años que atañen al desarrollo físico, mental, espiritual y social como lo hace todo ser humano, con la salvedad de que ninguna falla estropeó el proceso de su crecimiento integral. Este desarrollo es un testimonio de la verdadera humanidad de Jesús, así como su perfección atestigua de su divinidad.

Se emplean las mismas expresiones con referencia al desarrollo de Juan el Bautista (Luc.1: 80): "crecer" y "fortalecerse". Tanto Juan como Jesús fueron sanos y vigorosos.
El proceso del crecimiento mental corría paralelo con el crecimiento físico. Esta expresión sintetiza el crecimiento intelectual, moral y espiritual del niño Jesús.
“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer (Luc. 4:16).
1. ¿Cómo era la vida de Jesús en su niñez?
· El desarrollo de la naturaleza humana y de la personalidad de Jesucristo siguió en forma normal, salvo que nunca cedió al pecado.
· Vivió dentro á el círculo familiar como lo haría cualquier niño y como cualquier joven normal. Pasó a través de los años que atañen al desarrollo físico, mental, espiritual y social como lo hace todo ser humano, con la salvedad de que ninguna falla estropeó el proceso de su crecimiento integral.
· Este desarrollo es un testimonio de la verdadera humanidad de Jesús, así como su perfección atestigua de su divinidad.
“Nadie que mirara el rostro infantil radiante de animación, podría decir que Cristo era exactamente como los otros niños. Era Dios en carne humana. Cuando sus compañeros lo instaban a hacer lo malo, la divinidad refulgía a través de la humanidad, y se negaba decididamente”.
2. ¿Sabes algo…? ¿Qué rasgos distintivos de la personalidad de Jesús conoces? ¿Por qué muchas veces hemos escuchado y dicho que Jesús es nuestro modelo? ¿Qué ejemplos de su conducta nos dejo el Señor Jesús digno de imitar?
En lo concerniente a su personalidad, Jesús se distinguía por su carácter especialmente:
· Amable (DTG 49, 219).
· Una paciencia imperturbable (DTG 49-50).
· La gracia de la cortesía desinteresada (DTG 49).
· La alegría y el tacto (DTG 54, 66).
· La simpatía y la ternura (DTG 54-55).
· La gracia y modestia juveniles (DTG 59).
Desde la niñez el único propósito de su vida fue bendecir a otros (DTG 51, 69, 71), y sus manos voluntarias siempre estuvieron dispuestas a servirlos (DTG 65). Cumplía fielmente los deberes de hijo, hermano, amigo y ciudadano (DTG 52, 61).
3. ¿Qué ejemplos nos ha dejado el Señor Jesús, desde su niñez, adolescencia y juventud?¿Por qué los niños y los jóvenes debieran imitar a Jesús?
El perfecto desarrollo del carácter sin pecado de Jesús, desde la niñez hasta la juventud, es quizá el hecho más admirable de toda su vida. Asombra a la imaginación. Y como se afirma que Jesús no tuvo oportunidades que Dios no esté dispuesto a proporcionar a nuestros hijos (DTG 50), bien podríamos preguntarnos: "¿Cómo puede hacerse esto?" (Juan 3: 9).
· En primer lugar, "Jesús aceptó la humanidad cuando la especie humana se hallaba debilitada por cuatro mil años de pecado. Como cualquier hijo de Adán, aceptó los efectos de la gran ley de la herencia" (DTG 32). Se le permitió "arrostrar los peligros de la vida en común con toda alma humana, pelear la batalla como la debe pelear cada hijo de la familia humana, aun a riesgo de sufrir la derrota v la pérdida eterna" (DTG 33).
· En segundo lugar, el niño Jesús no fue dotado en forma sobrenatural con sabiduría superior a la de otros niños normales. Pensaba, hablaba y actuaba con la sabiduría de un niño (DTG 50-52; PVGM 61). "Pero en cada etapa de su desarrollo era perfecto, con la sencilla y natural gracia de una vida exenta de pecado" (PVGM 61).
· En tercer lugar, el ambiente en el cual se crió Jesús -la proverbial maldad de Nazaret- lo sometió a "todos los conflictos que nosotros tenemos que arrostrar" (DTG 52; 91), y sin embargo, en su niñez y en su juventud su vida no fue mancillada ni aun por un solo mal pensamiento ni una mala acción (DTG 67).
Al terminar sus años de preparación para el servicio, el Padre dio testimonio de él: "Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia" (Luc. 3: 22). Era un ejemplo viviente de lo que significa ser perfecto, como nuestro "Padre que está en los cielos es perfecto" (Mat. 5:48; DTG 52-53).
4. ¿Cuál fue vida de Jesús en los 18 años siguientes hasta el comienzo de su ministerio?
“¿Cómo fue la vida de Cristo? El cumplía tan ciertamente su misión como Hombre modelo cuando trabajaba cómo carpintero ocultando al mundo el gran secreto de su misión divina, como cuando andaba sobre las olas coronadas de espuma en el mar de Galilea, o cuando resucitaba a los muertos, o cuando moría como sacrificio por el hombre a fin de poder elevar a toda la humanidad a una vida nueva y perfecta. Jesús moró largo tiempo en Nazaret, desconocido y sin honra, para que la lección de su ejemplo enseñase a los hombres y a las mujeres cuán estrechamente deben caminar con Dios hasta en los asuntos más comunes de la vida diaria. Cuán humillante, cuán rudo y común fue este descenso de la Majestad del cielo, efectuado para poder convertirse en uno de nosotros. Atrajo la simpatía de todos los corazones al mostrarse capaz de simpatizar con todos. Los hombres de Nazaret preguntaron llenos de dudas: ¿"No es éste el carpintero" (Mar. 6: 3), el Hijo de José y María?” (IIMS187)
· El espíritu obediente de Jesús, siendo aún niño, les daba a José y a María toda la razón para confiar en él.
· Su mentalidad "viva y aguda" caracterizada por "una reflexión y una sabiduría que superaban a sus años" (DIG 49), hacía que su obediencia no fuera ciega sino inteligente.
· Jesús, aun cuando era un niño, siempre estaba atento a los deseos (de sus padres y se anticipaba a satisfacerlos) (DTG 60).
· Siempre parecía saber lo que tenía que hacer, y era fiel en hacerlo.
· En esta ocasión María y José dieron por sentado que se comportaría como lo había hecho en el pasado.
· En esta visita a Jerusalén, Jesús comprendió por primera vez, en un sentido especial, que era el Hijo de Dios (DTG 57-58), y comenzó a percibir lo que significaba su misión terrenal.
· Anhelaba sinceramente comprender en forma más clara la naturaleza de la misión que le había sido encomendada y se quedó en el templo, la casa terreno de su Padre celestial (Juan 2: 16), para disfrutar de una mayor comunión con él.
II. AL COMIENZO DE SU MINISTERIO

1. ¿Qué eventos importantes ocurrieron antes del ministerio de Jesús?

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían” (Mat. 4:1-10)
2. ¿De qué modo la respuesta de Jesús, como lo revelan los siguientes textos (Mateo 4:3-10; Lucas 4:3-12), muestra la intensidad de su caminar con Dios? ¿Qué podemos aprender de esto que podemos aplicarnos a nosotros mismos? ¿Qué argumentos utilizo el Señor Jesús para enfrentar la tentación? ¿Qué parte de las Escrituras utilizó?
“El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4).

La fe de Cristo en Dios y su conocimiento de la voluntad divina se fundaban en las Escrituras. Desde su niñez Cristo había estudiado con diligencia las Escrituras y las conocía íntimamente (DTG 50-51). En eso radicaba el secreto de su fuerza para hacer frente a la tentación. Es la fe la que trae la victoria sobre el mundo (1 Juan 5:4), y la fe se desarrolla mediante el estudio de las Escrituras (Rom. 10: 17). Aquí Cristo afirma que el obedecer la Palabra escrita de Dios tiene mayor valor e importancia que realizar un milagro. En esta ocasión todas las citas que Cristo empleó fueron del libro de Deuteronomio.

· Jesús citó Deut. 8:3, y es una verdad que Cristo había revelado a Moisés 15 siglos antes. Cuando las tentaciones acabaron, Jesús estaba al borde de la muerte (DTG 104-105).
· Quizá Satanás sugirió que Cristo moriría a menos que se apartara de lo que él consideraba ser su deber. Si así fue, por su respuesta Jesús afirmó que la muerte dentro del ámbito de la voluntad de Dios es mejor que la vida lejos de esa voluntad. Satanás emplea esta forma de tentación con muchos de los que procuran ser obedientes a la voluntad de Dios. El que se propone vivir sólo con "pan" o con el único propósito de obtener ese "pan", en realidad no está viviendo, y en el mejor de los casos está sentenciado a muerte, porque el "pan" sin Dios lleva a la muerte y no a la vida.
· Las primeras palabras de Jesús afirman una completa e inalterable sumisión a la voluntad del Padre, tal como está expresada en la Palabra de Dios. Jesús aceptó la obligatoriedad de esa Palabra (Juan 15: 10) y negó que las cosas materiales fueran de primera importancia.
· Las cosas espirituales son supremas en su valor e importancia (Mat. 6: 24-34; Juan 6: 27).
· El hombre es más que un animal; sus más urgentes necesidades no son físicas ni materiales. Jesús afirmó: "Mi reino no es de este mundo" (Juan 18: 36).
· Mientras que Jesús afirmaba, por una parte, la vital importancia de ayudar en todas las formas posibles a los necesitados (Mat. 25: 31-46), también dejó bien en claro que esto no debía ocupar el lugar de la lealtad y la consagración que se le debía rendir a él personalmente como Mesías (Mat 26: 11).
· Es verdad que los hombres deben "hacer justicia, y amar misericordia" (Miq. 6: 8), y deben amar a sus prójimos como a sí mismos (Mat. 22: 39), pero también deben humillarse delante de Dios (Miq. 6: 8).
· La respuesta de Cristo al diablo es una condenación de la filosofía materialista de la vida, no importa cuál forma pueda tomar. La posesión de cosas no es el propósito final de la vida. Ni siquiera es un propósito deseable (Luc. 12: 15; Juan 6: 27-58).

Dijo Jesús: "Mi comida es que haga la voluntad del que me envió" (Juan 4: 34). Jeremías habló de hallar y comer las palabras de Dios, y dice que ellas se transformaron en "gozo y alegría" de su corazón. Job declaró: "Guardé las palabras de su boca más que mi comida". Jesús, el Verbo viviente (Juan 1: 1-3) era el "pan vivo que descendió del cielo" (Juan 6: 48-51). El autor de la carta a los Hebreos habla de gustar de "la buena palabra de Dios" (Heb. 6: 5). Pedro se refirió a la "leche espiritual no adulterada" (1 Ped. 2: 2) que permite el crecimiento del cristiano.

Además, es de vital importancia prestar atención a toda palabra de Dios. El hombre no tiene la libertad de elegir de la Palabra de Dios aquellas porciones que le agradan y rechazar otras. Dios ha proporcionado una dieta espiritual equilibrada para sus hijos terrenales, y quienes sólo comen lo que les place, no pueden esperar disfrutar de una experiencia cristiana saludable ni llegar a la madurez cristiana. Aun los "mandamientos muy pequeños" (Mat. 5: 19) son indispensables para el que quiera entrar en el reino de los cielos.
3. ¿Qué papel desempeña las Sagradas Escrituras en la batalla contra el pecado? (Efesios 6:17; Deut. 8:3; Mat. 4:4; Heb. 4:12; 2 Ped. 1:4; Sal. 119:9, 11).
Las otras partes de la armadura son sólo defensivas, mientras que la espada del Espíritu es tanto defensiva como ofensiva.
· El soldado cristiano debe usar esa Palabra, “viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (Heb. 4:12), para penetrar, para discriminar el bien del mal, y distinguir entre la voz de Dios y los susurros del diablo. Eso es lo que hace de la Palabra un arma infalible tanto para la defensa como para el ataque.
· “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
· El Espíritu Santo, por cuyo medio obtuvimos la experiencia del nuevo nacimiento (Juan 3:3-8), es el sello y la garantía de esa experiencia (Efe. 1:13, 14). Él mora en nosotros (Rom. 8:9, 11, 14; 2 Cor. 1:22), transforma nuestra mente (Rom. 12:1, 2) y nos guía en la comprensión de las Escrituras (Efe. 1:17-23; Juan 16:13). Es el mismo Espíritu que inspiró la Palabra de Dios, y su poder, residiendo en nosotros, nos capacita para tomar la Palabra como una espada y rechazar los ataques de Satanás.
4. ¿Por qué es importante que el carácter de Cristo se reproduzca en cada creyente? (1Cor. 2; 16; Fil. 2:5; 1 Ped. 1:15; 1 Tim. 4:12). )
“Toda verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía del corazón. Y si nosotros consentimos, se identificará de tal manera con nuestros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y mente en conformidad con su voluntad, que cuando le obedezcamos estaremos tan sólo ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad, refinada y santificada, hallará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nuestro privilegio conocerle, nuestra vida será una vida de continua obediencia. Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado llegará a sernos odioso”. (El Deseado de todas las gentes, p. 621).
III. UNA VIDA DE ORACION

1. ¿Qué es la oración?

La palabra hebrea tefillâh, "oración", "salmo de alabanza"; y del griego generalmente dé'sis, "súplica", "oración"; proseuje, "oración", "intercesión".

· La oración, es estar en comunión con Dios, que consiste generalmente en alabanza, gratitud y/o súplica. La oración presupone la fe de que Dios existe, oye, se interesa y "es galardonador de los que le buscan" (Heb. 11:6).
· Supone que existe una relación correcta entre el suplicante y su Creador, o que debe restaurarse dicha relación.
· La oración es una expresión del alma hacia Dios que manifiesta amor y aprecio, el deseo de la conducción divina, la confesión del pecado o pedidos específicos.
· El propósito de la oración no es tanto producir un cambio en el Señor como en el suplicante, y condicionar su mente y su vida para que Dios pueda realizar su voluntad de bien en él y por él.
· Déesis usualmente indica una oración que pide un beneficio especial (Luc. 1:13; Rom. 10:1; Fil. 1:19), mientras proseuje es la oración con sentido más general (Mt. 21:13; Luc. 6:12; Hech, 1:14; Efe.1:16; 1 P. 3:7).
Dios nos habla de muchas formas, a través de la naturaleza, la Biblia, su providencia y por la influencia de su Espíritu. Pero es necesario comunicarnos con el por medio de la oración. “Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos, sino a fin de capacitarnos para recibirlo. La oración no baja a Dios hasta nosotros, antes bien nos eleva a él”.
2. ¿Por qué el Señor Jesús tuvo un ministerio exitoso?

“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (Luc. 6:12).

· Con frecuencia, Jesús dedicaba toda la noche a orar (DTG 388).
· Por lo general tales casos, mencionados por los escritores de los Evangelios, precedían a momentos de decisión o de crisis en la vida o en el ministerio del Salvador (Mar. 1: 35).
· Procuraba meditar y orar al comienzo de su ministerio (Mat. 4: 1).
· Así también la oración señaló el comienzo de su ministerio en Galilea e inmediatamente antes de su primer viaje misionero por los pueblos y las aldeas de Galilea (Mar. 1:35).
· La noche que en esta ocasión pasó en oración fue antes de la ordenación de los doce, del Sermón del Monte y del comienzo del segundo viaje por Galilea.
· Otra vez se menciona específicamente que oró en relación con la gran crisis de Galilea (Mat. 14: 22-23; Juan 6: 15, 66).
· Lo mismo aconteció en la transfiguración, cuando Jesús presentó a tres de sus discípulos el asunto de sus sufrimientos y de su muerte (Luc. 9: 28-31).
· Dedicó a la oración la noche entera que siguió a la entrada triunfal (DTG 534).
· La oración más extensa de Jesús que se haya registrado precedió a su entrada en el huerto de Getsemaní (Juan 17).
· Y sólo pocas horas antes de su crucifixión, Jesús ofreció su más ferviente y agonizante oración en el huerto (Mat. 26: 36-44).

3. ¿Qué características sobresalientes encontramos en la oración intercesora de Jesús en Juan 17? ¿Qué elementos de un caminar profundo y personal con Dios encontramos en esa oración? ¿Cuáles son tus razones para orar? ¿Qué eventos de tu vida te llevan a orar de rodillas? ¿Cuál ha sido tu experiencia con el poder de la oración para sostenerte? ¿De qué modo podrías mejorar tu vida de oración?

En la oración intercesora de Cristo, en la noche de su traición (Juan. 17), oró por la unidad de los discípulos y porque tuvieran fuerzas para vivir en el mundo sin ser influidos por él (Juan 17:15, 22). Esta oración es la más extensa de las oraciones de Jesús que se registran. Bengel dice respecto al capitulo 17 de Juan, que de todos los capítulos de las Escrituras es el más fácil en cuanto a las palabras; el más profundo en cuanto a las ideas. Esta oración se divide claramente en tres partes: (1) Oración por Cristo mismo (Juan 17:1-5); (2) oración por los discípulos (Juan 17:6-19); (3) oración por todos los creyentes (Juan 17:20-26).

Oración por Cristo mismo

“Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese” (Juan 17:1-5)


· Jesús sería glorificado al ser levantado en una muerte victoriosa, que era el preludio necesario de su gloriosa resurrección.
· Un conocimiento experimental y viviente conduce a la vida eterna.
· No hay salvación en sólo conocer, pero tampoco puede haber salvación sin conocimiento (Rom. 10: 13-15). Aquí se define el conocimiento salvador como el que se centra en el "Dios verdadero" -en contraste con los dioses falsos- y en Jesucristo. Fue muy notable la ausencia del conocimiento de Jesucristo en la religión de los judíos. En el día final los hombres serán rechazados porque despreciaron el conocimiento esencial (Ose. 4: 6).
· Dios fue glorificado cuando fue completada la obra que Jesús vino a hacer para la salvación del hombre.
· Jesús pide volver a su antigua gloria. Pablo describe el cumplimiento de esta oración: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre" (Fil. 2: 9).

Oración por los discípulos

“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santificalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad” (Juan 17:6-19)


· La relación de Cristo con el Padre -el Dios al cual los judíos adoraban- era un punto de énfasis constante en las enseñanzas de Jesús. Los judíos lo acusaban de blasfemia y lo tildaban de impostor porque afirmaba que Dios era su Padre, pero los discípulos estaban persuadidos del verdadero origen y la verdadera identidad de Jesús.
· En ese momento Jesús se ocupaba de sus discípulos. Jesús no quiere decir que el mundo esté fuera del alcance del cuidado de él o de su Padre. Dios ama al mundo, y gratuitamente ofrece salvación a todos (Juan 3: 16; Apoc. 22: 17). Después Jesús incluye en su oración a "los que han de creer en mí por la palabra de ellos" (Juan 17: 20).
· El Padre fue glorificado por la obediencia de Cristo. Así también el Hijo fue glorificado por la obediencia de los discípulos, pero más por el hecho de que fueran sus mensajeros al mundo.
· Jesús vino a representar el nombre, o carácter de su Padre, y durante el tiempo de su encarnación actuó bajo la autoridad de su Padre.
· Jesús estaba por irse. Por eso confió los discípulos al cuidado de su Padre. Ellos quedarían en un mundo malvado y necesitarían de una gracia especial en su lucha contra el pecado.
· Cada cristiano puede pedir ese poder protector. Dios no permitirá que un hijo suyo sea tentado más allá de lo que pueda soportar (1 Cor. 10: 13).


· Estaban en el mundo (Juan 17:11, 15), pero no participaban del espíritu del mundo. Fueron enviados al mundo (Juan 17:18) para que pudieran persuadir a otros a que renunciaran al mundo (Mar. 16: 15).
· Podría haberse pensado que ése era el medio más eficaz para que fueran preservados del mal del mundo. Pero los discípulos tenían una misión para cumplir en el mundo, así como Jesús había venido al mundo a cumplir su obra (Juan 17:4).
· La palabra griega hagiázô, "considerar como santo", "apartar para fines sagrados", "consagrar", "hacer santo". Los discípulos debían ser consagrados para su tarea.
· La santidad es uno de los atributos de Dios (1 Ped. 1: 16). Por lo tanto, ser hecho santo es llegar a ser semejante a Dios. El plan de salvación tuvo el propósito de que se cumpliera esta obra (2 Ped. 1: 4; Ed 121).
· La Palabra de Dios es declarada la "verdad". Las Escrituras nos revelan el carácter de Dios y de Jesucristo. Llegamos a ser nuevas criaturas haciendo de las verdades de la Palabra de Dios una parte de la vida.
· Jesús se dedicó a sí mismo para completar la tarea que había venido a cumplir en este mundo. Ante él estaba la cruz, y en el acto de ofrecerse a sí mismo hizo posible la santificación de todos los creyentes (Heb. 10: 10).
· El cristiano será inexpugnable ante los ataques de Satanás mientras luche con la fortaleza y la luz del cielo. Sin embargo, Dios protege sólo a los que eligen ser protegidos. Cuando los hombres, yendo en contra del consejo divino, se colocan voluntariamente en el terreno del enemigo, no pueden esperar ser preservados por el poder de Dios.

Oración por todos los creyentes


“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos” (Juan 17:20-26).

· Aquí comienza la oración por todos los creyentes hasta el fin del tiempo.
· Habría diversidad de dones (1 Cor. 12), pero debía haber unidad de espíritu, propósito y creencia.
· No debiera haber contiendas por la supremacía, como las que hacía poco habían contaminado a los doce (Luc. 22: 24-30).
· La unidad que emanara de la mezcla armoniosa de las vidas de los cristianos impresionaría al mundo con el origen divino de la iglesia cristiana.
· Sólo puede efectuarse el crecimiento hacia la perfección cuando el creyente permanece en Cristo (Juan 15: 1-5).
· Jesús ora por la culminación del plan de redención en la glorificación de la iglesia de Dios, en el tiempo de su segunda venida.
· Por mucho tiempo la familia humana ha estado en tierra extranjera (Heb. 11: 13-14), alejada de la casa del Padre (Apoc. 14: 2-3).
· "Toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto... esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo" (Rom. 8: 22-23).
· La redención acontecerá cuando el Señor descienda del cielo y reúna a sus hijos de los cuatro "vientos" de la tierra (Mat. 24: 31; 1 Tes. 4: 16). En ese tiempo, los fieles irán para estar "siempre con el Señor" (1 Tes. 4: 17).
· Jesús oró por la llegada de ese feliz momento. Todo cristiano debería orar para que se cumpla prontamente la promesa (Apoc. 22: 20).
· El mundo no había reconocido al Padre a pesar de que Jesús lo reveló.

4. ¿Cuál es el secreto para depender totalmente de Dios? ¿De manera podemos ser guiado, dirigidos y fortalecidos durante los momentos difíciles? ¿Por qué cosas debemos de orar siempre?

"Orad sin cesar" (1 Tes. 5: 17). La oración no es un arma más, sino es el espíritu, la manera en la cual debe llevarse la armadura completa y librarse la batalla. Pablo insta a sus lectores a que la oración sea en ellos un estado mental continuo, una actitud de permanente comunión con Dios (Luc. 18: 1; Fil. 4: 6; Heb. 4: 16).
"Oración y ruego, con acción de gracias" se agregan a la oración en Fil. 4: 6. La gratitud y la intercesión son dos elementos importantísimos en la oración eficaz.
Aun cuando tengamos las mejores intenciones, nuestras oraciones revelan a menudo nuestro limitado entendimiento, nuestros prejuicios ocultos y nuestra completa ignorancia acerca de qué es mejor para nosotros (Rom. 8: 26-27). Son pocos los que pueden mirar hacia atrás y no agradecer a Dios porque el Espíritu Santo examinó sus oraciones, notó las intenciones, y las presentó a Dios en tal forma que él pudiera contestarlas. ¡Cuán a menudo el tiempo nos ira revelado la completa insensatez de algunas de nuestras oraciones, y cuán agradecidos estamos de no haber recibido nunca algunas de las cosas que pedimos!
“Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No podéis agobiarlo ni cansarlo. El que tiene contados los cabellos de vuestra cabeza, no es indiferente a las necesidades de sus hijos. "Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo' (Santiago 5: 11). Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas y aún por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos y gobierna todos los asuntos del universo. Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note. No hay en nuestra experiencia ningún pasaje tan oscuro que él no pueda leer, ni perplejidad tan grande que él no pueda desenredar. Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre celestial esté al tanto de ello, sin que tome en ello un interés inmediato” (El camino a Cristo, p. 100,).
La oración es esencial para la vida cristiana y para la victoria sobre el pecado. Respondemos a la Palabra de Dios mediante la oración.
5. ¿Qué ingredientes son esenciales en nuestras oraciones?

“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo” (Fil. 1: 9, 10.)

· El deseo del Señor es que sus seguidores crezcan en gracia, que su amor abunde más y más, que estén llenos de los frutos de justicia.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. (Fil. 4: 6).

"Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis" (Mat. 21: 22).

· La fe es un ingrediente esencial de la oración (Mat. 21:21, 22).
· Mediante las parábolas del amigo que llamó a medianoche (Luc. 11:5-13) y la del juez injusto (Luc. 18:1-8), nuestro Señor enfatiza la importancia de la persistencia, la perseverancia y el fervor en la oración.
· Las relaciones correctas en el hogar son importantes para que las "oraciones no tengan estorbo" (1 Ped. 3:7).
· Un espíritu perdonador es esencial para el perdón de los propios pecados (Mat. 6:14, 15).
· La humildad también es un ingrediente esencial (Luc. 18:10, 11).
· La oración ha de ser ofrecida a Dios en el nombre de Jesús (Juan. 14:13, 14).
· Las oraciones motivadas por el egoísmo no pueden ser contestadas (Sant. 4:3), y Dios no escucha las oraciones de los que deliberadamente le desobedecen, o que tienen el propósito de desobedecerlo (Prov. 15:29; 28:9).
· En vista de que la oración refleja la conciencia de la necesidad y la fe en el poder de Dios de suplir lo que hace falta, él a menudo hace por nosotros, como resultado de ella, lo que de otro modo no haría. Algunas personas "no tienen" porque "no piden" (Sant. 4:2).

6. ¿Cómo deben ser nuestras oraciones al dirigirnos a Dios?

· La oración debe ser sencilla y no ostentosa (Mat. 6:5, 7).
· Para que sea respondida es esencial que el pedido esté en armonía con la voluntad de Dios.
· El suplicante debería orar según el ejemplo de Cristo: "Pero no sea como yo quiero, sino como tú" (Mat. 26:39).
· "Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye" (1 Juan 5:14).
· Demasiado a menudo "qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles" (Rom. 8:26).
· Se deben ofrecer oraciones especiales por los enfermos (Sant. 5:14, 15), con sinceridad de corazón, con la fe sencilla de que, en su propio tiempo y manera, Dios proveerá lo que sea mejor. Así, él puede atender nuestro pedido o negarlo; y puede proveer algo mejor o hacernos esperar la respuesta hasta una mejor ocasión.
· Como el título lo sugiere, varios salmos constituyen oraciones (Sal. 17; 86; 90; 102).

7. ¿Cuál es el mensaje central de la oración modelo?

La más conocida es la oración modelo que Cristo enseñó a sus discípulos: el Padrenuestro. Aunque es breve, abarca las necesidades y aspiraciones básicas del creyente devoto (Mat. 6:9-13; Luc. 11:2-4).


IV. UN INTENSO TRABAJO PARA CUMPLIR LA MISION

1. Cuando le dijeron a Jesús que comiera, ¿qué respondió él? (Juan 4:32-34). ¿De qué modo debemos comprender esas palabras? ¿Qué mensaje podemos tomar de ellas para cumplir la misión que Cristo nosotros mismos?
“Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34)

· Jesús vivía para el único propósito de hacer la voluntad de su Padre (Mat. 4: 4; Luc. 2: 49; Juan 6: 38).
· La mayoría de los hombres vive para "la comida que perece" (Juan 6: 27), pero Jesús no deseaba nada excepto "la comida que a vida eterna permanece".
· Las necesidades materiales de la vida eran secundarias frente a su gran propósito de lograr la salvación del hombre (Mat. 6: 24-34; Juan 6: 26-58).
· El Padre "envió" a Jesús al mundo (Juan 3:17).
· Con frecuencia Juan cita a Jesús en relación con su misión divina (Juan 3: 17; 5: 30, 36-37; 6: 38, 44; 7: 18, 28, 33; 8: 16, 18, 26, 29; 9: 4; 10: 25, 32, 37; 12: 44, 49; 13: 20; 14: 10, 24, 31; 15: 21; 16: 5; 17: 4; Luc. 2: 49).
· “Acabe su obra”, es decir, la "obra" para la cual Dios envió a su Hijo al mundo (Mat. 1: 21; Juan 17: 4).

2. ¿Por qué la misión de Cristo debe ser una realidad en nuestras vidas? ¿Cuán importante es difundir las “buenas nuevas” de salvación?

Ninguna vida fue tan llena de trabajo y responsabilidad como la de Jesús, y, sin embargo, cuán a menudo se le encontraba en oración. Cuán constante era su comunión con Dios. Como uno de nosotros, participante de nuestras necesidades y debilidades, dependía enteramente de Dios, y en el lugar secreto de oración, buscaba fuerza divina, a fin de salir fortalecido para hacer frente a los deberes y las pruebas.
En un mundo de pecado, Jesús soportó luchas y torturas del alma. En la comunión con Dios, podía descargarse de los pesares que le abrumaban. Allí encontraba consuelo y gozo. En Cristo, el clamor de a humanidad llegaba al Padre de compasión infinita. Como hombre, suplicaba al trono de Dios, hasta que su humanidad se cargaba de una corriente celestial que conectaba a la humanidad con la divinidad. Por medio de la comunión continua, recibía vida de Dios a fin de impartirla al mundo. Su experiencia ha de ser la nuestra.

· "Venid vosotros aparte", nos invita. Si tan sólo escuchásemos su palabra, seríamos más fuertes y más útiles. Si hoy tomásemos tiempo para ir a Jesús y contarle nuestras necesidades, no quedaríamos chasqueados; él estaría a nuestra diestra para ayudarnos.
· Jesús enseñó a orar a sus discípulos, y a menudo les hacía ver la necesidad de orar. No les ordenó que estudiaran libros para aprender a orar. No debían orar para los hombres, sino que debían presentar sus peticiones a Dios. Les enseñó que la oración que Dios acepta es la petición sencilla y ferviente que procede del alma que experimenta su necesidad; y les prometió enviar el Espíritu Santo para que él redactara sus oraciones.

3. ¿Cuánto activo has sido en la participación de los programas de evangelización para cumplir la misión de la iglesia?

El verdadero carácter de la iglesia se mide, no por la alta profesión que haga, ni por los nombres asentados en sus libros, sino por lo que está haciendo realmente en beneficio del Maestro, por el número de sus obreros perseverantes y fieles. El interés personal y el esfuerzo vigilante e individual realizarán más por la causa de Cristo que lo que puede lograrse por los sermones o los credos.
Dondequiera se establezca una iglesia, todos los miembros deben empeñarse activamente en la obra misionera. Deben visitar a toda familia del vecindario, e imponerse de su condición espiritual. (SC18)

V. NUESTRO CAMINAR CON DIOS

1. ¿Qué es la justificación?

La justificación proviene del griego dikáiôma, "exigencia", "acto justo", "estatuto", "sentencia judicial", "declaración de justicia", dikáíôsis, "justificación", "vindicación", "absolución". El verbo "justificar" aparece con mucho más frecuencia que el sustantivo "justificación".

· En el uso teológico, justificar es el acto divino por el cual Dios declara justo a un pecador penitente, o lo considera justo.
· La justificación es lo opuesto a la condenación (Ro. 5:16).
· Ninguno de los dos términos especifica cómo es el carácter, sino sólo la situación ante Dios.
· La justificación no es una transformación del carácter inherente; no produce justicia, así como la condenación no produce pecaminosidad.
· Una persona cae bajo la condenación por causa de sus transgresiones, pero, como pecador, puede experimentar la justificación sólo mediante un acto de Dios.
· La condenación se gana o se merece, pero la justificación no puede ser ganada: es un "don" gratuito o inmerecido.
· Al justificar al pecador, Dios lo absuelve, lo declara justo, lo considera justo, y lo trata como a una persona justa.
· La justificación es tanto el acto de absolver como la declaración correspondiente que afirma que existe un estado de justicia.
· Las acusaciones de maldad son canceladas, y el pecador, ahora justificado, llega a estar en una relación correcta con Dios (que Pablo describe como de "paz para con Dios"; Rom. 5:1).
· El estado de justicia que el pecador alcanza por medio de la justificación es imputado (Rom 4:22), es decir, se le cuenta como justicia (Rom. 5:3, 4).
· Cuando Dios imputa justicia al pecador arrepentido, figuradamente pone la expiación provista por Cristo y la justicia de él como un crédito en los libros del cielo, y el pecador se encuentra ante Dios como si nunca hubiera pecado.

La justificación presupone que Dios tiene una perfecta norma de justicia, mediante la cual espera que los seres creados ordenen su vida, y que él demanda una obediencia perfecta a esta norma. Teóricamente, Dios no podría condenar a un hombre que nunca hubiera violado esta norma (Rom. 2:13), pero dado que todos lo hemos hecho (Rom. 3:10, 23). La ley divina -toda la voluntad revelada de Dios con respecto al hombre- es así una expresión, un reflejo de su propio carácter y una norma que deben alcanzar todos los seres creados.

2. ¿Qué es la santificación?

El término santificación del griego es haguiasmós y del verbo haguiázo, "consagrar", "santificar", "separar"; equivalente al verbo hebreo qâdash, "apartar del uso común", "santidad", "consagración","santificación".

3. ¿Cuál es la diferencia entre santificación y justificación? ¿Como se logra la santificación?

De acuerdo con el concepto teológico moderno, la palabra santificación se refiere al proceso del desarrollo del carácter, o al resultado de dicho proceso. Sin embargo, tal como se las usa en el Nuevo Testamento, "santificación" y "justificación" son en esencia términos equivalentes. El primero se refiere al cambio de condición: de la pecaminosidad a la santidad; el segundo, al paso de la injusticia a la justicia (Rom. 6:19). Por eso, se presenta el comienzo de la santificación como algo que ya ha ocurrido (1Cor. 6:11, donde dice: "Ya habéis sido santificados"; CBA 7:476). Esto no quiere decir que los autores del Nuevo Testamento no tenían nada que opinar con respecto al concepto moderno de "santificación", porque se refieren a él a menudo y ampliamente con expresiones como "sigue la justicia" (1Tim. 6:11), "andemos en vida nueva" (Rom. 6:4), "transformaos" (Rom.12:2), "perfeccionando la santidad" (2 Cor. 7:1), "crezcamos en... Cristo" (Efe. 4:15), "prosigo a la meta" (Fil. 3:12-15), "sobreedificados en él [Cristo]" (Col. 2:7), "completos en todo lo que Dios quiere" (Col. 4:12), peleando "la buena batalla de la fe" (1 Tim. 6:12), participando "de la naturaleza divina" (2 Pedro 1:4), creciendo "en la gracia" (2 Pedro 3:18), entre otros.

· Mediante la justificación el hombre recibe al Señor Jesucristo, y mediante la santificación aprende a andar en armonía con su voluntad (Col. 2:6, 7).
· La justificación se produce en un momento, mientras la santificación dura toda la vida.

4. ¿Qué significa caminar con Dios?

“Nadie debe caminar con temor y temblor, bajo continua duda, sembrando su senda con quejas; sino que todos deben mirar a Dios, y ver su bondad y regocijarse en su amor. Reunid todas vuestras facultades para mirar hacia arriba, no hacia abajo a vuestras dificultades; entonces no desmayaréis nunca por el camino. Pronto veréis a Jesús detrás de la nube, extendiendo su mano para ayudaros; y todo lo que tendréis que hacer, será darle vuestra mano con fe sencilla, y dejarle que os guíe. A medida, que os volváis confiados, llegaréis a tener esperanza por la fe en Jesús. La luz que resplandece de la cruz del Calvario os revelará cuánto estima Dios el alma, y apreciando esta estima, trataréis de reflejar la luz al mundo. Un gran nombre entre los hombres es como letras trazadas en la arena; pero un carácter sin mancha perdurará para toda la eternidad. Dios os da inteligencia y una mente razonadora, por la cual podéis comprender sus promesas; y Jesús está listo para ayudaros a formar un carácter fuerte y simétrico” (Testimonios selectos, tomo IV, 177).

5. ¿Qué significa caminar en la luz?

“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz” (Efe. 5: 8).

Andad en la luz. Andar en la luz significa ser decidido, pensar, ejercer fuerza de voluntad, en un ferviente intento de representar a Cristo en la dulzura de su carácter. Significa apartar toda lobreguez. No debéis descansar satisfechos diciendo solamente: "Soy un hijo de Dios". ¿Estáis contemplando a Jesús, y al contemplarlo, os estáis transformando a su semejanza? Caminar en luz significa avanzar en el desarrollo de los dones espirituales. Pablo declaró: "No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; pero. . .olvidando ciertamente lo que queda atrás", al contemplar constantemente el Modelo, me extiendo "a lo que esta adelante".

Caminar en la luz significa caminar "rectamente", caminar "en la ley de Jehová", caminar "por fe", caminar "en el Espíritu", caminar " en tu verdad", caminar " en amor", caminar "en novedad de vida". Esto es perfeccionar " la santificación en temor de Dios"(Hijas e hijas de Dios, p. 202)



6. ¿Qué personajes bíblicos caminaron con Dios?

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios (Hebreos 11: 5).

· “Enoc no sólo meditaba y oraba, y se vestía con la armadura de la vigilancia, sino que después de presentar sus súplicas a Dios se levantaba para instar a los demás hombres a hacer lo mismo.
· Para tener el favor de los incrédulos, no disfrazaba la verdad ni descuidaba su vida. Esta íntima relación con el cielo le daba valor para llevar a cabo las obras divinas. Enoc caminó con el Señor y "tuvo testimonio de haber agradado a Dios" (Heb. 11:5).
· Este es hoy el privilegio de cada creyente. El hombre mora con Dios, y Dios habita con el hombre. "Yo en ellos, y tú en mí" (Juan 17: 23), dice Jesús.
· Caminar con Dios y tener el testimonio de que sus caminos le agradan es una experiencia que no está reservada solamente a Enoc, Elías, los patriarcas, los profetas, los apóstoles y los mártires. No es sólo el privilegio, sino el deber de cada seguidor de Cristo tener a Jesús entronizado en el corazón. Entonces serán en verdad como árboles que llevan fruto” (RP 256).
· A menos que haga de la contemplación del Salvador la gran ocupación de su vida, y por la fe acepte los méritos que tiene el privilegio de reclamar, el pecador no puede ser salvado más de lo que Pedro podía caminar sobre las aguas si no mantenía sus ojos fijos permanentemente en Jesús.
· En este tiempo ha sido el propósito determinado de Satanás el de eclipsar la visión de Jesús, e inducir a los hombres a mirar al hombre, a confiar en el hombre, y ser educados para esperar ayuda del hombre.
· Durante siglos la iglesia ha estado mirando al hombre, y esperando mucho del hombre, pero no mirando a Jesús, en el cual están centradas nuestras esperanzas de vida eterna (TM91).

Cuando el corazón se interesa en lo recto, los ojos dejan de divagar. La vida en la ciudad moderna acosa al transeúnte con mil tentaciones de todo tipo, y no hay mejor protección que caminar rectamente, con los ojos fijos en una sola meta. Si queremos lograr la salvación, debemos andar por esta vida con los ojos puestos en Jesús (Heb. 12: 2).


7. ¿De qué modo podemos sintonizarnos con Dios y escuchar su voz?

Así como el desierto fue la gran aula de Dios para educar a líderes como Moisés, Amós y Juan el Bautista, así también las vicisitudes del desierto de la vida pueden proporcionar excelentes oportunidades para poner el alma en armonía con el cielo. Los que Dios escoge hoy para preparar el camino para la venida de Jesús, necesitan la ecuanimidad de espíritu que se adquiere con la percepción de lo invisible. La vida moderna no es propicia para la meditación acerca de la voluntad y de los caminos de Dios, revelados en su Palabra y en su trato providencial con los hombres. A menos que encontremos tiempo para escapar del bullicio del mundo y nos encerremos con Dios, aguardando en silencio ante él, posiblemente nunca escuchemos el "silbo apacible y delicado" que habla a nuestra alma (DTG 330-331; cf. 1 Rey. 19: 12). Deberíamos proponernos pasar cada vez menos tiempo en las cosas terrenas y dedicar cada vez más tiempo a caminar con Dios como lo hizo el Enoc de antaño. Necesitamos poner nuestra "mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" (Col. 3: 2).

“Necesitamos confiar en Dios con serenidad. Es imperiosa la necesidad de esto. El ruido y el bullicio que hacemos en el mundo no es lo que demuestra nuestra utilidad. ¡Ved cuán silenciosamente obra Dios! No oímos el ruido de sus pasos, y sin embargo está caminando alrededor de nosotros, obrando para nuestro bien. Jesús no buscó notoriedad; su poder vivificante fluía hacia los necesitados y los afligidos por medio de acciones silenciosas cuya influencia se extendía ampliamente por todos los países, ni se sentía y expresaba en la vida de millones de seres humanos. Los que desean trabajar con Dios necesitan cada día de su Espíritu; necesitan caminar y trabajar con mansedumbre y humildad de espíritu sin procurar hacer cosas extraordinarias, sino satisfechos con hacer la obra que está ante ellos, y hacerla fielmente. Quizá los hombres no vean o aprecien sus esfuerzos, pero los nombres de estos fieles hijos de Dios están escritos en el cielo entre los más nobles obreros del Señor, como los que esparcen la semilla divina teniendo en cuenta una gloriosa cosecha. "Por sus frutos los conoceréis." (MS 24)

8. ¿Cuántos milagros de Jesús se registran en los evangelios?

De los 35 milagros que se han registrado de Jesús, 23 fueron sanamientos, en 3 resucitó muertos, en 3 proveyó alimentos o bebida y en 2 realizó grandes capturas de peces; los otros 4 fueron: calmar la tormenta, caminar sobre el agua, secar la higuera estéril y proporcionar dinero para el impuesto.

9. ¿Por qué se ven muchos o pocos milagros en nuestros días? ¿Cuál es el mayor milagro que ha realizado el Señor Jesús en tu vida?

· El poder de obrar milagros es un don del Espíritu Santo (1 Cor. 12:4, 10, 28), que ningún ser humano puede apropiárselo o asumir para sí (Hch. 8:18-22).
· Jesús prometió a sus discípulos que harían "obras mayores" que las que le vieron hacer a él (Juan 14:12; no en poder o valor, sino en extensión y cantidad (DBA 788).
· La comisión evangélica contenía la promesa del poder de obrar milagros (Marcos 16:16-18; 1 Cor. 12:10), y no hay evidencias de una limitación del tiempo para el uso de ese poder.
· El mismo poder divino de los días del Nuevo Testamento está disponible hoy cuando hace falta, pero deben satisfacerse las mismas condiciones, tanto por quien los recibe como por el agente humano que opera.
· Satanás también tiene poder de hacer milagros muy parecidos a los verdaderos (Exo. 7:11, 22; 8:7, 18; Hech. 8:9-11; 2 Tes. 2:9; Apoc. 13:14; 19:20). Si Satanás tiene poder para producir enfermedades físicas en los hombres (Luc. 13:16), también a veces puede liberarlos si se adecua a sus propósitos. En consonancia, el cristiano alerta no caerá presa de engaños satánicos, sino atenderá a la instrucción de probar "los espíritus si son de Dios" (1 Juan. 4:1).

REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA

Mí querido(a) amigo(a), hermano(a):¿Cuál ha sido tu propia experiencia con el poder de la Palabra, para vencer los ataques de Satanás? ¿Cuán alta está la oración en nuestras prioridades? ¿De que manera podemos hacer cambios en nuestras vidas para que la oración sea la primera prioridad? ¿Qué es la oración? ¿Cómo deben ser nuestras oraciones? ¿Hemos orado por las razones correctas? ¿Cuándo debemos orar? ¿Para qué debemos orar? ¿Cómo podemos vencer los obstáculos que se presentan? ¿Es Jesús nuestro Modelo? ¿Por que debemos caminar intensamente con él? ¿Cuál es el secreto para depender totalmente de Dios? ¿De manera podemos ser guiado, dirigidos y fortalecidos durante los momentos difíciles? ¿Por qué cosas debemos de orar siempre


Reflexiona conmigo el siguiente texto: “Siempre habrá obstáculos delante de nosotros pero hemos de seguir a nuestro Líder y enfrentar nuestras dificultades en forma unida, tomados de la mano. Hay un solo camino al cielo. Debemos caminar en las huellas de Jesús, haciendo sus obras en la misma forma como El hizo las obras de su Padre. Debemos estudiar sus caminos, no los caminos del hombre; debemos obedecer su voluntad, no la nuestra; debemos caminar cuidadosamente. No se adelanten a Cristo. No hagan ningún movimiento sin consultar a su Comandante. Pidan humildemente en oración y recibirán. El es ‘el camino, y la verdad, y la vida’” (Alza tus ojos, p. 140)

Ore conmigo, por favor… “Ahora, Dios mío, te ruego que estén abiertos tus ojos, Y atentos tus oídos a la oración que se eleve en este lugar” (2 Crón. 6:40)...Feliz sábado.




RESUMEN
Debemos depender totalmente del Señor, así como Jesús dependió de su Padre celestial. Como Jesús, también podemos adquirir una estrecha conexión con Dios mediante la oración y la comunión continuas con él.
Elaboró: Delfino Jarquín L, Si usted gusta toda la versión haga clic en:
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Bibliografía: Adams Roy, Jesús es maravilloso, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Abril-Junio de 2008__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, , Abril-Junio de 2008__G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes,__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo IV, V&,VI- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007,__R. Thiele Edwin, ¡Mi Dios sin igual!, APIA,1998__H. Woolsey Raymond, El Amor más admirable, APIA, 1995,_ B. Cabusog Jr Hermenio, Emen Louie, et al, Jesús: un don maravilloso, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, El universitario, Abril-Junio de 2008.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com; delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.

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